Releía y releía el mismo párrafo una y otra vez, es inútil pensó y cerro el libro con desdén . Se asomó por la ventana, respiró un poco de aire y se dijo: habla con él, no puedes seguir así. Se acomodó el cabello en el espejo y se dirigió hacia la puerta. No espera, primero piensa bien lo que le vas a decir, se dijo nuevamente. Mira Harry tenemos que hablar..., repetía el discurso en su mente mientras caminaba por toda la recamara. Caminó varias veces mientras buscaba las palabras adecuadas, sentía un vacío en el estómago y como si alguien le estuviera estrujando el pecho. Por fin se decidió y se marchó a la habitación de Harry.
Repaso nuevamente el discurso unos minutos antes de tocar la puerta, hasta que tomó valor y dio dos pequeños golpecitos. Harry, soy yo. Pasa Herms, respondió el chico. Harry estaba sentado en la cama recortando algunas cerdas sueltas de su escoba.
Justo pensaba en ti, le dijo el chico mientras dejaba la escoba en la cama y le dedicaba una pequeña sonrisa. Justo la sonrisa que Hermione sentía que le hacía temblar.
¿Ah si? y ¿que pensabas? preguntó la chica.
Ven y te cuento, le respondió Harry mientras le cerraba descaradamente un ojo.
Le encantaba cuando Harry le coqueteaba y la hacía sentir deseada, pero se armó de fuerza y tratando de disimular todo lo que Harry le provocaba y le contestó, Harry, tenemos que hablar seriamente. Inmediato vio como Harry pasaba de un aire seductor a mirarla con cierta preocupación.
Claro, ¿sucedió algo? preguntó Harry.
Es sobre nosotros, respondió la chica. La cara de Harry dejó de estar rigida y se convirtió en una cara de curiosidad. Se le olvidó por completo las palabras que tenía ensayadas, pero igual estaba decidida hablar. Harry, necesito saber qué es lo que pasa entre nosotros.
Herms, a qué te refieres, preguntó Harry sorprendido.
Harry, la vez pasada te dije que no quiero estar más oculta y Cho ¿qué significa ella para ti? le sudaban las manos y sentía la cara hirviendo. Por algunos minutos se sintió como Ron la noche que le pidió que se fuera con ella a Rumanía.
Herms, ya te dije que no es el momento, dijo Harry, su voz era tranquila y suave. Le hizo recordar a sus padres cuando le negaban algo.
El nudo en estómago se acrecentaba, por unos momentos dudo de lo que iba a decir, miró hacia lo alto de la cabeza de Harry y con los ojos llenos de lágrimas respondió: Entonces yo no puedo seguir contigo, no quiero estar así.
Si no te sientes cómoda yo lo entiendo, respondió Harry.
Hermione no lo dejó terminar y salió de la habitación, sentía que realmente le dolía el corazón. Lloró casi toda la noche y tenía una pequeña esperanza que en algún momento Harry tocara su puerta, pero por fin se quedó dormida. Al día siguiente se despertó con la esperanza de que Harry estuviera con ella, pero el dolor de la noche anterior volvió en cuanto vio que seguía sola en la habitación.
Los días siguientes ya casi ni veía a Harry, él llegaba hasta altas horas de la noche cuando ya todos dormían y ella había decido salir antes de que Harry y Sirius se levantaran.
Sirius había decido que ya era hora de reunir a la orden, el número de desaparecidos aumentaba, era evidente que algo malo estaba sucediendo. Acordaron reunirse en Grimmauld Place, miembros de la orden anterior y algunas nuevas personas como Hellen. Cuando Hermione vio a Hellen en el comedor de Grimmauld Place, imaginó que esto no le causaba mucho agrado a Harry, casi que el mismo desagrado que ella sintió cuando vio a Cho, en especial cuando la chica se sentó junto a Harry. Hermione intentaba ignorar la situación, pero de vez en cuando los ojeaba, sentía que ambos estaban cada vez más cerca el uno del otro.
En un momento Cho se levantó y abandonó el comedor. Minutos después Hermione escuchó que Crooksanks maullaba de forma muy rara. Hermione se levantó en seguida de la mesa, por el maullido del gato sabía que algo le estaba pasando. Cuando entró al salón de donde provenían los maullidos de Crooksanks, dio un paso atrás, una enorme serpiente negra amenazaba al gato quien estaba arrinconado a la pared. Hermione envió un hechizo a la culebra, pero ésta continuó amenazando al gato, el hechizo de Hermione no le había hecho nada. Justo en ese momento observó a Cho parada al otro lado de la habitación y comprendió que era la chica quien con un hechizo en forma de serpiente estaba amenazando a Crooksanks. Hermione envió un hechizo para desarmar a Cho, la chica gritó, pero no le dio tiempo de defenderse, el ataque de Hermione le había golpeado tan duro que casi termina dentro la chimenea. Al ver que la Culebra seguía acechando a Crooksanks, Hermione apuntaba con la varita directamente al cuerpo de Cho. Escuchaba voces a lo lejos, pero no le interesó, el rostro le ardía las manos le temblaban y sentía un odio hacia Cho que lo recorría todo el cuerpo, pero en el momento que se decidía atacar a Cho nuevamente, unas manos la sujetaron con fuerza, era Harry quién por detrás la sujetaba botándole la Varita de las manos, la sujetó con tal fuerza que quedó totalmente pegada al pecho de Harry y le era imposible soltarse.
¿Qué haces? le espetó Harry.
Suéltame Harry, gritaba Hermione, mientras intentaba soltarse de los brazo que la tenían sujeta.
¿Es que no te das cuenta? La serpiente es de ella, seguía gritando Hermione.
Hermione, cuál serpiente, dijo Harry sin soltarla.
La serpiente, Crooksanks. La chica volvió a ver al rincón donde la serpiente tenía arrinconado a Crooksanks y ya no estaba ni la serpiente ni el gato.
Ahí estaba, dijo la chica sin gritar, su voz era casi como un susurro. Dejó de esforzarse por soltarse de los brazos de Harry. Volvió a ver a Cho quién era atendida por Siruis. Ella estaba atacando a Crooksanks, si yo no la detengo esa serpiente lo hubiese matado.
No había nada, volvió a señalar Harry quien cada vez levantaba más el tono de voz.
Suéltala Harry, la llevaré conmigo a la habitación, dijo Tonks, tomando cariñosamente a Hermione de la mano.
Harry dudó en soltarla, pero accedió. Hermione tomó la mano de Tonks, la sintió cálida, en ese momento se dio cuenta que la sala estaba llena de gente, vio a Ron que la miraba aterrado, Lupin con cara de preocupación, algunos con cara de asombro y Harry, en Harry pudo ver ojos de reproche y desprecio. Sintió como las lágrimas le mojaban las mejillas. Yo solo lo hice para defender a Crooksanks, dijo Hermione. Ella... Y No pudo seguir hablando, el llanto no se lo permitía. Se dejo llevar por Tonks y ambas subieron las escaleras. ¿Croosanks, dónde está? preguntó Hermione antes de llegar al último escalón.
Remus, trae a Crooksanks, dijo Tonks desde arriba, sin soltar a Hermione. El profesor llegó con el gato a los pocos segundo, en cuanto Hermione vio al gato lo tomó en brazos y le acarició. Míralo aún tiene cara de asustado, dijo la chica acurrucando al gato contra su pecho. Y en efecto el gato aún tenía el pelo erizado y sus orejas lucían aún más puntiagudas de lo habitual. La chica le dijo a Tonks que solo quería dormir y se acurrucó con Croosanks en la cama.
Tonks le acarició el cabello e hizo un giro lento de la varita hacia Hermione, con esto dormirás mejor, dijo la bruja.
Hermione fue sintiendo como su cuerpo se volvía más ligero, era inútil intentar mantener los parpados abiertos, se iban cerrando poco a poco. A lo lejos escuchaba una melodía que le recordó cuando era pequeña y su padre le leía un cuenta antes de dormir, a pesar de que sentía que un aire cálido que la acurrucaba y sacaba de la habitación, pudo escuchar la voz de Harry preguntando por ella y Tonks contestándole que no era el momento. No luchó más y se dejó llevar fuera muy fuera de la habitación.
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Siempre tú.
FanfictionQuería una historia de amor entre Harry y Hermione. La historia es contada por ellos dos. También reviví algunos personajes. Todo inicia dos años después de la Guerra Mágica con las mismas parejas que nos dio Rowling, pero con el transcurrir del t...