No había podido conciliar el sueño por más que lo intentó, así que esa mañana no estaba de humor. Harry como siempre la esperaba en la cocina y mientras Siruis estaba en otro salón de la casa, el mago aprovechó para darle un beso, ella le recibió con un beso torpe e inmediatamente buscó alejarse de él
Harry, hoy quiero revisar los expedientes que tienes sobre el caso, dijo la chica mientras se servía un poco de café.
Harry no se atrevió a decirle que no, así que aceptó con la condición de que los revisara en la oficina de aurores, ya que ni él ni Siruis iban a estar ahí. Hermione aceptó sin mucho cuestionamiento. Al llegar al Ministerio pasó un momento a su oficina leyó algunas cartas que tenía pendientes y en cuanto terminó se dirigió a la oficina de aurores. Le indicó a Hellen que iba a trabajar ahí. La recepcionista se negó al principio, pero el poco humor de Hermione y su amenaza de llamar al propio ministro hizo que Hellen terminara abriendo la puerta de la oficina, para nadie en el Ministerio era un secreto que Hermione era una de las favoritas del Ministro.
La voz de una mujer en la recepción que preguntaba por Harry le hizo percatarse de que ya era el medio día, sintió una punzada en el estomágo que no era precisamente de hambre cuando reconoció que la voz era de Cho Chang. Como no le apetecía almorzar comió algo ligero mientras seguía revisando expedientes.
Revisó hoja por hoja de cada expediente hasta que Hellen la interrumpió. Señorita Granger, ya son las 6 de la tarde y yo me debo marchar, no puede quedarse aquí sin autorización, esta no es su oficina.
Hermione no dijo palabra alguna, pero fulminó a Hellen con la mirada. La bruja no insistió mucho y cerró la puerta de muy mala gana. A los pocos minutos de la interrupción de Hellen sintió que los ojos le ardían y cada vez le pesaban más. Debí marcharme con Hellen, pensó. Pero decidió terminar de leer por completo el último expediente antes de retirarse a casa.
Al poco rato escuchó que alguien nuevamente abría la puerta de la oficina, ya no era Hellen en esta ocasión era Harry. Hola Harry, saludó la chica volviendo rápidamente su mirada hacia los papeles. Termino esto y me retiro, ¿vienes a trabjar? preguntó la chica sin quitar la vista de los documentos. Harry no respondió, pero se acercó hasta el escritorio, la tomó del mentón y la miró fijamente a los ojos. Harry, estoy ocupada, exclamó la chica sin poder soltarse de la mano que la sujetaba. Este no contestó y fue acercando poco a poco su rostro hasta el de ella. Tanto que sus bocas quedaron juntas, la chica dejó de poner resistencia y se rindió ante el tacto de los labios de Harry, pero en lugar de un beso apasionado o cálido, Harry hizo algo que la aterrorizó. Comenzó a expirarle el aire, Hermione recordó el beso de los dementores y por más que intentaba soltarse de Harry este la sujetaba con tal fuerza que le fue imposible no podía ni explicarle que la estaba lastimando. Cuando por fin Harry la soltó la chica pasó de un estado de enojo a terror cuando miró a los ojos de Harry, el brujo ya no tenía los ojos verdes que a ella le encantaban era unos ojos amarillos con un hilo de pupila, era como los ojos de una serpiente. No pudo contenerse y gritó horrorizada, en ese momento se despertó estaba totalmente sola en la oficina sudaba a chorros y el cuerpo le temblaba, se apresuró a dejar todo con llave y se dirigió a Grimmauld Place.
Cuando llegó se encontró con Harry. Herms, ¿estás bien? preguntó Harry en cuanto la vio, estás muy pálida.
Se sentía mareada y el cuerpo no le dejaba de temblar, observó con terror los ojos de Harry, pero logró tranquilizarse cuando vio que eran tan verdes como siempre. Con un hilo de voz le contestó a Harry que solo necesitaba descansar un poco. Harry la llevó hasta la habitación. Herms, pero qué te ha pasado, siguió preguntando Harry mientras le acariciaba el cabello.
Por su parte Hermione no quiso contarle sobre el sueño y se limitaba a repetir que tan solo estaba cansada. Harry insistió en pasar la noche con ella y la idea no le desagradó para nada tenía muy pocas ganas de dormir sola. Poco a poco logró estar un poco tranquila y nuevamente cayó dormida. Las pesadillas continuaron, en su sueño pudo ver a todos sus amigos como cuerpos inertes y bañados en sangre. Despertó gritando, Harry la abrazó fuertemente hasta que logró calmarla nuevamente.
La pesadilla se siguió repitiendo noche tras noche. Al cabo de una semana sin dormir bien, el cansancio se fue haciendo visible en su aspecto, ya no le apetecía arreglarse, había perdido el apetito se puede decir que comía porque Harry la obligaba.
Debido a la insitencia de Harry desde la primera noche le había relatado la pesadilla que había tenido donde había encontrado a todos muertos, pero se guardó para ella la pesadilla ocurrida en la sala de aurores. Harry por su parte le dijo que todo se debía al estrés, todos estaban muy tensos y asustados, esa era la razón de esos sueños tan feos. En el fondo Hermione sentía que esos sueños eran más que estrés y algo malo le estaba sucediendo.

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Siempre tú.
FanficQuería una historia de amor entre Harry y Hermione. La historia es contada por ellos dos. También reviví algunos personajes. Todo inicia dos años después de la Guerra Mágica con las mismas parejas que nos dio Rowling, pero con el transcurrir del t...