Apesar del temor que sentía por lo que sucedia no podía evitar estar feliz, se sentía más enamorada que nunca, el simple hecho de pensar en Harry hacía que sin querer en su boca se dibujara una pequeña sonrisa, mientras estaba en la oficina y recordaba las manos de Harry sobre su cuerpo y provocaba que toda ella se estremeciera. Hermione estamos en una crisis y tú te comportas como una cría enamorada, se repetía varias veces al día cuando se percataba que nuevamente estaba distraída por pensar en su relación con Harry. Solo la angustía y miedo podían ensombrecer su felicidad y la de Harry, pero ella se esforzaba para que en los momentos que lograban estar juntos no existiera más allá que ellos dos. Ni los malos momentos van impedir que Harry y yo seamos felices, ya hemos pasado por una situación peor, nada podrá evitar que estemos enamorados y disfrutemos de nuestra relació, se dijo a si misma y salió de la habitación con paso firme y la frente en alto, se acomodó un poco el cabello antes de entrar en la cocina donde Sirius y Harry la esperaban listos para desayunar.
Como cada mañana a las 6:30 los tres iban ya en el ascensor del Ministerio, Sirius trataba de sacar alguna conversación agradable para cortar el estrés que poco a poco iba en incremento, Harry por su parte aprovechaba algún descuido de Siruis para acariciar rápidamente la mano de Hermione. A esas horas de la mañana no había muchas personas en el ascensor así que nada podía cambiarles la rutina, hasta esa mañana que para mala suerte de Hermione, en el segundo piso ingresó una mujer de larga caballera negra que en cuanto vio a Harry exclamó: ¡Harry!, justo iba a buscarte.
¡Hola Cho!, qué haces tan de mañana aquí, ¿sucedió algo?, preguntó Harry.
Hermione dudo que algo malo estuviera sucediendo, la extensa sonrisa en la cara de Cho era bastante evidente que para Cho todo iba de maravilla.
Pues he conseguido un puesto en el departamento de deportes, ¡No te parece maravilloso!, exclamó la chica mientras ignoraba descaradamente la presencia de Siruis y Hermione, y estrechaba a Harry en un fuerte abrazo.
Hermione se sentía furiosa, ahora le iba a tocar ver a Cho conqueteando con Harry en cada momento. Hizo un pequeño sonido para recordarles a los presentes que ella se encontraba ahí, pero para suerte de Harry el ascensor abría las puertas en el departamento de Aurores. Harry bajó rápidamente despidiéndose de ambas chicas con un gesto torpe con las manos, mientras Cho le anunciaba que lo vería a la hora de almuerzo. Las puertas cerraron y quedaron en el ascensor solo Cho con su amplía sonrisa y Hermione que acomodaba el largo de su blusa en un intento de mantener la compostura.
Hermione pasó toda la mañana con dolor de estómago del sólo hecho de imaginar a Harry almorzando con Cho, así que antes del medio día se fue en busca del mago a la oficina de aurores. Hellen la observó con su despectiva mueca de asco y de forma poco amable le comunicó que el Señor Potter no se encontraba en la oficina. Sentía que el dolor en su estómago se incrementaba, se fue con ella, pensó. Ya no tenía ganas de almorzar, pero siguió su camino hacia el comedor del Ministerio, en una de las mesas vio a Luna, se dirigía hacia donde ella cuando en una mesa observó que Cho almorzaba con otros brujos del departamente de deportes y ahí no estaba Harry Potter, es que eres dramática, se regañó y como por arte de magía su apetito había regrasado.
No vio más Harry hasta el anocher cuando este se acercó a su habitación. Harry, ¿estás bien?, le preguntó al mirar una mueca de agotamiento en su cara.
Estoy cansado, respondió Harry mientras se acostaba junto a ella. Lo abrazó fuertemente, jugaba con los mechones de cabello de Harry distraidamente, mientras un pensamiento se había instalado en su mente. Harry estaba como ausente y en el único momento que habló fue cuando le anunció a la chica que se marcharía a su habitación porque estaba realmente cansado.
Pero en el momento que Harry se levantaba Hermione no pudo evitar que el pensamiento se le escapara entre los labios Harry no quiero que sigamos escondidos.
Harry se incorporó y quedó sentado en la cama, ella hizo lo mismo sin quitarle la mirada al mago, el chico hizo un silencio y cuando por fin habló lo hizo lentamente como quien piensa cada palabra que iba pronunciar. Herms, yo creo que no es el momento ahorita todo está muy mal con lo que está pasando. Tampoco sabemos como va a tomar Ron la noticia. Estamos tan bien que no quiero que las cosas vayan mal entre nosotros, yo disfruto tanto el tiempo que paso contigo y pienso que tú también. Por qué lo vamos arruinar metiendo a los otros en esto que tenemos, dijo el chico mientras tímidamente le tomaba de la mano.
Hermione lo miró fijamente. Harry, yo lo siento por Ron, pero no soy de su propiedad y puedo decidir con quien estar y no sé en qué puede afectar lo nuestro con lo que está pasando, ¿crees que a la gente le importe más lo nuestro que todo lo extraño que pasa en este momento?
Harry iba a hablar, pero Hermione lo interrumpió. A menos que yo sea una más de tu lista de chicas que no son nada serio y sin darse cuenta quitó la mano que Harry le sostenía.
Herms, no digas eso, tú no eres cualquier persona para mí y no es eso, es que no es el momento.
Hermione bajó la mirada y le indicó a Harry que ella también tenía sueño y no deseaba continuar con la conversación. Harry dudo por un momento si marcharse o quedarse, pero Hermione se acostó nuevamente, pero esta vez le dio la espalda, por lo que este comprendió que lo mejor era marcharse de la habitación.
Hermione cerró los ojos hasta que escuchó la puerta sonar tras la salida de Harry de la habitación. Que tonta has sido al pensar que Harry Potter también estaba enomarado de tí, pensó la chica.
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Siempre tú.
FanfictionQuería una historia de amor entre Harry y Hermione. La historia es contada por ellos dos. También reviví algunos personajes. Todo inicia dos años después de la Guerra Mágica con las mismas parejas que nos dio Rowling, pero con el transcurrir del t...