Después de la segunda guerra mágica, Amelia Lupin, decide irse de Londres para poder superar la muerte de tantas personas queridas. Así es como llega a Forks. Superar, es lo que ella quería, pero no siempre las cosas salen como queremos.
Agradecimi...
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2056 palabras. Disfruten ;)
Con un ligero movimiento de mi mano, la llave sale de la cerradura quedando en mi palma. Por largos segundos es lo único que se escucha.
—Estamos en silencio. No podemos estar en silencio, porque cuando hay silencio me pongo nerviosa, y si me pongo nerviosa tiendo a hablar más de la cuenta y eso solo me hace más torpe y me da más nerviosos. No estemos en silencio, por favor.— escupió Rain jugando con sus dedos.
Suelto un suspiro en un intento de relajarme.
Todo saldría bien.
—Esto saldrá mal, muy mal— balbucea Rain mirando por la ventana— me van a rechazar y tendremos que buscar otro lugar, todo se irá a la basura...
Lleve mi mano a su hombro y lo apreté con suavidad.
—No debes preocuparte— aseguro sin saber si quería calmarla a ella o a mi— si nos rechazan nos iremos y buscaremos otro lugar. No es obligatorio tener que empezar en Forks.
Rain deja de mirar por la ventana y me observa.
—No, pero seria una manera de asegurarnos de que de verdad va a funcionar. Se que quieres instalarlos aquí para probar, es obvio. Los metamorfos solo se aseguran de que todo vaya bien y si podemos estar tranquilos aquí será más fácil instalar a las demás manadas.
En ese no se equivoca. Mi idea siempre fue colocarlos en esta parte del bosque, para probarlos sin necesidad de estar cerca en luna llena. Confiaba en ellos y en mis métodos para contenerlos, pero para asegurarme de que todo saldría a la perfección debía evaluarlos. ¿Cómo lo haría? Fácil, buscando algo que los observé en luna llena y en caso de que las seguridades fallen, los hombre lobos sean retenidos por los metamorfos.
—Todo estará bien— repetí. De la guantera del auto saque un folder y lo agarre.
Llevo mi mano a la puerta y la abro sintiendo una ráfaga de viento. Decida salgo del auto siendo seguida por Rain.
Cierro la puerta con llave y miro hacia adelante, viendo una casa de madera frente a nosotras.
Doy una última mirada a Rain, antes de empezar a caminar hacia la casa.
Toco la puerta y me alejo esperando una respuesta.
Segundos después la puerta se abre por una mujer pelinegra y de ojos cafés.
