Después de la segunda guerra mágica, Amelia Lupin, decide irse de Londres para poder superar la muerte de tantas personas queridas. Así es como llega a Forks. Superar, es lo que ella quería, pero no siempre las cosas salen como queremos.
Agradecimi...
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Sentía los dedos de Jasper dejar suaves caricias en mi pelo con suavidad. Ambos sentados en un tronco cerca de los Cullen .
Había recargado mi cabeza en su hombro, justo cuando Bella había bajado de la camioneta de su padre.
Desde su llegada al claro, las cosas estaban incómodas, solo por el hecho de que no dejaba de perseguir a Edward para que la convirtiera. Haciendo que tanto el, cómo Rain y todos nosotros, estuviéramos incómodos.
Y sentirme tan decaída no ayudaba en nada.
—Vamos, Edward. Sabes que podemos evitar toda esta lucha si accedes a transforme.— repetía — sería de utilidad, sería como ellos...
Fruncí mi ceño y me acomode en su hombro. Intentaba pensar en cosas que me gustarán o en algo que me distraiga, pero era imposible.
Tan solo la acción de cerrar mis ojos me hacía sentirme mal, los recuerdos empezaban a agobiarme y no sabía cómo pararlo.
Sabía que debía acudir a Nancy, pero temía que contara lo sucedido al ministerio y que esto perjudicará el proyecto.
—Seria cómo ustedes— Bella se gira hacia Alice— tu quieres me que transforme, ¿verdad? somos amigas y...
—Nadie en este maldito lugar quiere te que conviertas Isabella— gruñe Adrián cansado— Deja de intentar comprometer a mi esposa y cálmate, porque nadie aquí está de humor.
Bella frunce el ceño indignada y se cruza de brazos.
—No puedo callarme cuando lo que veo me parece absurdo. Antes, yo estaba en su lugar — Bella señala a Rain quien se esconde atrás de Edward— todos aquí me querían, y ahora me echan a un lado.
—Nadie te quería— admite Rosalie— Te toleramos por qué Edward sentía algo por ti, ahora sus sentimientos están aclarados y ha encontrado a su verdadera alma gemela, acéptalo y punto.
Cada palabra hacia que se enojara mucho más.
—¡Es humana como yo! ¡No les servirá de nada!
Ahí estaba el pequeño detalle, Bella no sabe que Rain y yo somos brujas. Y la verdad, lo prefería así.
Despegó mi cabeza del hombro de Jasper, cansada.
—Bella, el te dejo, acéptalo— pedí cansada. Me levanto del tronco siendo seguida por Jasper— No hay nada que puedas hacer, ahora haznos es favor de estar tranquila en un rincón hasta que esto termine o juro que no será un golpe de calor lo que te hará desmayar.
