Después de la segunda guerra mágica, Amelia Lupin, decide irse de Londres para poder superar la muerte de tantas personas queridas. Así es como llega a Forks. Superar, es lo que ella quería, pero no siempre las cosas salen como queremos.
Agradecimi...
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La tensión era palpable, todos estábamos tensos mientras nos acercábamos al lugar de la batalla.
Algunos magos se encontraban colocando hechizos para que quien saliera ni nos viera, sentía el latir de mi corazón desenfrenado.
-Vienen los capas rojas- tararea Garret en un murmuro inquieto.
Suspiro apretando mi varita con una mano mientras con la otra me aferraba a la mano de Jasper.
Los Vulturis no se acercaron mas gracias a la presencia de los metamorfos, pero veía a los mortifagos mirándonos con rabia.
Fruncí el ceño al darme cuenta que no parecía hacer un líder, nadie que caminara delante de ellos como su jefe.
Carlisle dio un paso hacia delante.
-No tenemos que hacer esto- grito para ser oído a la perfección- podemos acabar con esto de una vez y que nadie salga herido.
Nadie dice nada por largos segundos. Sentí mi corazón latir acelerado, hasta que una fuerte ráfaga de viento mueve mi pelo y veo una mancha moverse con rapidez hasta llegar al lado de los Vulturis.
Bella sonríe de una manera que me hace querer golpearla.
Sin segundas miradas, sin duda o temor, ella dice.
-Ataquen.
Los vampiros iban junto a su mago asignado detras del mortifago que viera primero, pero antes de poder llegar a tan siquiera tocarlos, eran lanzados con fuerza hasta golpear los árboles que los rodeaban.
Amelia junto a Harry apuntaron sus varitas al suelo, en busca de usar una runa que el día anterior habían puesto ahí, pero está en vez de activarse e iluminarse, simplemente se quedó como estaba.
Ambos se miran alarmados.
-¡Crucio!-grito Amelia apuntando a un Vampiro, con un movimiento hago que su cabeza se desprenda.
Giro mi cabeza y veo a George quien iba a ser atacado por un mortifago.
-¡Sectusembra!- el mortifago cae al suelo brotando sangre sin parar cosa que nos beneficia ya que aturdirá a los vampiros.
No pude sonreir ante mi victoria, porque fue consiente de la que sucedía a mi al rededor. Veas por dónde veas, por debajo de los hechizo y de los vampiros, notaba como los mortifagos prevenían los ataques con antelación, usando una especie de escudo que los protegía.
Mire por todos lados hasta que note a Bella, quien tenía su atención fija en la batalla.
Rápidamente recordé que Edward nunca pudo leer su mente, porque tenía un escudo y ese escudo se a manifestado con su trasformación.
-Ve.- me gire a Jasper, quien se había dado cuenta de lo que yo había notado- yo te cubro.
Corrí con todas mis fuerzas hacia Bella, tratando de ir por detrás para no ser notada. Con cuidado fui acercándome y alce mi varita.
-Desmai...
Mi varita salió volando de mis manos cayendo a los pies de Bella, que sin dudarlo lo pizo, partiendo la a la mitad.
-¡No!- exclamé aturdida.
Mire a mi izquierda, viendo la pequeña figura de la niña quien sostenía una varita y me apuntaba con una gran sonrisa en su rostro.
-¿Cómo...?
La niña río y sin dejar de apuntarme se fue acercando poco a poco, hasta quedar al lado de Bella.
-¿Es que aún no lo has notado?- pregunto con una tranquilidad que me aturdido.
Poco a poco, el cuerpo de la pequeña empezó a crecer con rapidez, su pelo se encogió y las facciones de su rostro cambiaron por completo.
Derek Murphy me sonríe de forma maliciosa.
Cada pieza encaja en mi cabeza.
El porque los magos y vampiros conocían nuestros ataques, porque la runa en el suelo no funcionó. Todo esté tiempo estuvo vigilando muy cerca de nosotros y jamás nos dimos cuenta.
-Voy a admitir que nunca espere llegar tan lejos, querida, mi idea era controlar a los lobos para que destruyan tu estupido proyecto de una vez por todas, pero luego ella le abrió los ojos- Bella sonrió con orgullo- ¿Por qué conformarme con algo tan tonto cuando podrían reescribir una nueva especie a mi gusto? Con los Vulturis podría usar a los vampiros como quisiera y nadie me detendría, pero antes debía deshacerme de los únicos que serían capaces de saber que planeo.
Aprieto mis puños con rabia.
-Quieres acabar con Alice, porque es la única capaz de notar que algo anda mal.
Derek asiente y recoge los restos de mi varita.
-Supongo que esto acaba ahora, fue lindo mientras duró, interesante debo admitir.
Esta vez es mi turno de sonreír.
-¿Sabes algo Derek ? - el nombrado ni siquiera de toma la molestia de mirar- si hubieras averiguado aunque sea un poco de mi, hubieras sabido cómo luche la segunda guerra mágica y que no necesito una varita para vencerte. ¡EXPELLIARMUS!
La varita de Derek sale disparada, justo cuando Jasper se lanza hacia Bella inmovilizandola, Edward sale por detrás y toma la cabeza de Bella entre sus dedos, antes de poder darme cuenta, la cabeza de la Swan ya está rodando por el suelo.
Harry, Hermione, Ron, Neville y Luna rodean a Derek con su varita en mano.
-Supongo que no nos vigilante tanto como debiste.
Derek grita un insulto antes de querer lanzarme en mi dirección, pero al ver las varitas apuntandolo retrocede.
-¡No sabes lo que haces! ¡Cuando esas bestias asesinen a alguien te darás cuenta cuánta razón tengo!
Kingsley y otros Aurores rodean a Derek con esposas mágicas en sus manos. Derek retrocede.
-Se a acabado Derek. Ya acabo.
-¡No!
Los aurores lo esposan y finalmente todos sueltan un suspiro de alivio.
Amelia abraza a Jasper con fuerza.
Ya todo había acabado.
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