Después de la segunda guerra mágica, Amelia Lupin, decide irse de Londres para poder superar la muerte de tantas personas queridas. Así es como llega a Forks. Superar, es lo que ella quería, pero no siempre las cosas salen como queremos.
Agradecimi...
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Inhalo aire apreciando el olor a café que se encontraba en el aire. Nos encontrábamos dentro de una pequeña cafetería cerca de la casa de Nancy. Habíamos estado unos minutos en silencio, en los cuales pensé que eran para disfrutar nuestras bebidas, pero aun cuando la profesora McGonagall ya había disgustado su café, seguía observándome con detenimiento.
Pasaron otros segundos mas, hasta finalmente comenzó a hablar.
-¿Como estas, Amelia? -pregunto con voz calmada y una pequeña sonrisa en su rostro. Aun se me era complicado verla vestida con ropa "normal", sin tener su sombrero.
Suspiro y bajo mi mirada a mi tasa vacía de café. Había escuchado tanto esa palabra, que ya empezaba a cansar.
-Creo que estoy bien- me sincere viéndola a los ojos- O al menos eso trato, han pasado muchas cosas.
-Eso me preocupa querida- ella también fue sincera. Sus ojos me miraban con cuidado, realizando suaves movimientos por mi rostro- ya viviste mucho, ¿por que seguir en este pueblo donde tantas cosas han sucedido y seguro seguirán sucediendo? ¿no es mejor ir a otro lugar?
Agarre un sobre de azúcar que estaba en el mesa, en un pequeño frasco, y lo iba apretando sin mucha fuerza para poder calmar mis manos.
-Tal vez debí hacerlo al principio- acepte sin verla- pero ya no puedo, mejor dicho, no quiero- levante mi vista y la mire fijamente- he conocido a personas maravillosas, he logrado cosas que no puedo dejar atrás.
-Los vampiros, ¿verdad?- pregunto y la observe confundida. ¿Qué tanto sabe?
-¿Como sabe de ellos? - pregunte- ¿Cómo sabe de todo lo que a pasado?
-Tus amigos y yo hemos hablado- rodé mis ojos formando una sonrisa en mis labios. Chismosos- además, lo de los vampiros ya lo sabia. Sabia de ellos cuando me entere que venias a este pueblo. La MACUSA me informo.
Solté el sobre y me acomode en la silla.
-No entiendo porque la MACUSA no intervino con un enfrentamiento que tuvimos hace poco.
-Los enfrentamientos entre vampiros no son responsabilidad de los magos, ellos solamente intervienen si hay brujos en el medio y no creo que supieran que tu estabas ahí.
Paso mi mano por mi rostro quitando algunos pelos, mientras McGonagall tomaba un sorbo de su te.
-Creo que es mejor que no sepan. Como sea, ¿Cómo están las cosas en Hogwarts?
