Mis ojos se abrieron poco a poco por una vibración que sentí, talle mis ojos, mi reproductor de música había acabado ya con la lista de canciones, al parecer las escuche todas pero estuve dormida, digamos que no tengo muchas canciones y por lo que vi al asomarme por la ventanilla pude ver que estaba aterrizando el avión.
Me levante y tome las maletas al igual que todos los demás pasajeros, camine para bajar por aquellas escaleras que colocaron para bajar, al bajar sentí la suave y dulce brisa de México, era extraño estar aquí, mire a todos lados esperando que mamá o mi hermana estuvieran por ahí esperándome, pero ¿por qué pienso eso? Ellas no se preocupan por si llego bien o no, rodé los ojos y tome ya bien las maletas después de colocar mi celular en mi bolsillo..
- Tonta Ela, siempre te ilusionas por cariño a alguien- dije mascullando mientras caminaba con todas mis maletas en mano, tomé un taxi cercas de aquí y por lo visto mi mala suerte regreso, el tipo raro del taxi solo miraba mis piernas descubiertas por la falda que traía, trate de taparme con mis manos o bajarme mas la falda, pero estando sentada se me hace difícil bajarla.
- ¿se le perdió algo?- dije, el solo actuó como si no pasara nada y negó con la cabeza, "hombres sucios" dije para mi misma en mi mente, al parar en una casa lujosa diferente a la mía abrí completamente los ojos, ¿enserio?, ellas viviendo aquí mientras yo sufro de pobreza en las vegas y aún así estoy en las vegas y no tengo suficiente suerte para ganarme la lotería..
- Tomé- dije dándole el dinero en la mano y bajarme para que ese tipo sucio calvo con dientes de coronillas me entregara mis maletas, volteó dejando a mi vista a un mayordomo sumamente limpio..
- ¿señorita Parker?- dijo yo asentí, recuerdo que este tipo lo había visto pocas veces cuidando de mi hermana cuando éramos pequeñas..
- a si es Paúl- dije levantando la ceja haciéndole entender que estaba sumamente enojada con toda esta familia excepto mi querido padre, el asintió, le sonreí amargamente y camine con mis maletas, nunca permitiría que alguien falso igual que mi familia tomará mis pertenencias cuando ni siquiera de pequeña se preocupo por cuidarme..
- ¿Ela?, Oh...hija aquí estas, ¡Shelsey!, tu hermana esta aquí cariño- dijo acercándose a mi para abrazarme por lo cual yo me deje, pero no duró mucho el abrazo, yo misma me separé dándole a entender mi rechazo..
- madre- dije seria y firme, ya no caería otra vez en sus jugueteos para mandarme a otros lugares sin dinero, ella tenía que entender el dolor que sentía por haberme dejado sola en las Vegas..
- hija, perdóname, enserio, yo nunca quise dejarte en las Vegas, se que ya eres independiente y no estas estudiando la.Universidad, pero era para poder seguir con la economía- dijo, yo abrí los ojos completamente enojada, estaba diciendo.que si yo seguía en la familia traería problemas a su dinero, mis ojos se llenaron de lagrimas tan solo recordar los días en que me dejo sola y peor aún cuando un tío sucio abuso de mí..
- No sabes el dolor que siento Jessica, me dejaste sola en aquel lugar sucio, nunca te lo perdonare y menos con lo que me acabas de decir, llego y me recibes así a mi a tu propia hija, estas enferma, si me disculpas iré a mi habitación- dije tragándome las lagrimas y dejándola con la boca abierta ya que yo nunca le he dicho por su nombre, le decía mamá, pues ya no se merece el título de madre.
- hija yo...- dijo pero vi como Paúl ponía sus manos sobre sus hombros tranquilizándola, yo los mire negando con la cabeza y me fui a mi habitación chocando con una Shelsey mirándome del otro lado de la habitación..
- Hermanita- dijo, yo la mire seria y camine a ella solo entregándole un poco de mi cariño abrazándola, ella me abrazo mas fuerte y me sonrió..
- que bueno que estas aquí, me alegra que hallas llegado- dijo, yo le sonreí, fui a mi antigua habitación y al abrir la puerta me encontré con todas mis fotos, las lagrimas comenzaron a salir por si solas, me tape la cara y solloce en silencio, deje la maleta en la cama y me tumbe en ella para poder desahogarme, nunca recibí un cariño de ellas desde los diez años..
Abrí los ojos y me incorpore en la cama con las palmas de mis manos, me había quedado dormida, me levante y camine al espejo que tenia cuando era adolescente me fije fijamente y las lagrimas secas quedaron en mis mejillas, tome una toalla y la remoje de agua del grifo, me pase la toalla por toda mi cara y me quite ese rastro de llorona..
- Ela, ¿me acompañarías al hospital hoy en la tarde?- dijo Shelsey asomando su cabeza por el marco de la puerta, yo asentí y ella me sonrió, me lanzo un beso fugaz y salio dejándome confundida por su comportamiento...
- que hermosa me veo- dije mirándome al espejo con aquel vestido de verano color lavanda, me coloque unas zapatillas crema y me hice una coleta, después de arreglarme baje a la sala de estar no había nadie, camine mas directo y gire a la derecha, me encontré con el comedor, ahí estaban muchas sirvientas, me vieron y abrieron los ojos..
- señorita Ela, mucho gusto en conocerla- dijo una anciana canosa, yo le sonreí y bese su mejilla..
- mucho gusto Carmelita- dije sonriendo, ella abrió los ojos, si la conocía, hace mucho la vi en fotos cuando papá buscaba una sirvienta y ella se dedico a cuidarme, ella creía que yo la había olvidado, estaba equivocada..
- Oh mi niña- dijo abrazándome, después de presentarme con las sirvientas de la casa, eran mas jóvenes que Carmelita, era obvio, me dirigí a desayunar esos ricos panecillos que me preparaban cuando era niña, al terminar felicite a las sirvientas y salí en busca de mi hermana, ahí estaba parada en la camioneta negra, era asombrosa aquel automóvil
- sube Ela, tenemos que hablar de varias cosas- dijo mirándome cínica, yo fruncí el ceño y asentí entrando a la camioneta, cuando ella comenzó a manejar yo no despegaba mi mirada de la tela de mi vestido.
- ¿qué te pasa Ela?- dijo Shelsey, yo solo me encogí de hombros y me arme de valor para hablarle..
- ¿qué secreto escondes como para que me hayas invitado al hospital a ver a tu prometido- dije mirándola directamente, ella solo trago saliva y paro en un estacionamiento.
- Ela, yo ya no lo quiero, mira quedo invalido y perdió la memoria, en peligro no me recuerde y yo..yo...yo solo lo quería por su dinero y conocí a otra persona que me daría mejor futuro- dijo, yo abrí los ojos quedándome completamente helada, sus palabras habían sido demasiadas claras como el agua, trague en seco y gire a verla, su mirada era como si lo que acabara de decir no significaría nada.
- y quiero que te hagas pasar por mi, no quiero hacerlo sufrir y tu eres mi gemela, se que no nos parecemos, pero el no recuerda y si tu te pasas por mi, el te daría buen futuro- dijo, yo la mire furiosa, como se atrevía a hacer tamaño espectáculo...
- discúlpame Shelsey, pero no lo haré...no soy como tu, no soy interesada en el dinero, yo quiero estar con alguien al que ame- dije mirándola, ella quedo inmóvil, no se lo esperaba, la mire enojada y ella bajo de la camioneta al igual que yo mientras nos dirigíamos a la entrada del hospital, en mis planes no estaba hacerle daño a personas que no lo merecen.