Me alacié mi cabello, trataba de que la plancha se calentara pero no lo lograba, mi desesperación estaba aumentando y lo único que lograba era a mi misma sacarme canas verdes, mi frente estaba sudando y simplemente era una vergüenza, Leonel me estaba esperando abajo para salir y enfocarnos en vivir el día, ya que su trabajo le dio un descanso hasta mañana y podríamos disfrutar todo el día, al menos lo que quedaba, ya que mi rudeza en prender aquella plancha negra y gruesa no funcionaba, quería llorar, y con este embarazo sentía bastante calor, hoy cumplía cinco meses de embarazo por lo que hace días fui con el doctor y había aclarado que estaban perfectamente bien, para lo cual no tome ninguna pastilla, solo las vitaminas las cuales solo pude tomarme tres ya que ocurrió un accidente inesperado.
#FLASHBACK#
-Ela vamos, al menos déjame probar una, quiero sentir el sabor- dijo Roy haciéndome pucheros, las vitaminas era de colores las cuales si eran moradas tenían un sabor a limón, si eran naranjas tenían un sabor a uva, era como adivinar el exquisito sabor de las vitaminas a lo que Roy se entero y ahora en día anda de quisquilloso y no he logrado zafármelo de encima.
-ya te dije que no Roy, necesito mi espacio, ¿podrías esperar afuera mientras hago mis necesidades?- pregunte paciente, el asintió y salió con la cabeza gacha para cerrar la puerta suavemente, yo suspire y abrí el pequeño bote para tomarme una vitamina. Una vez que la tome, salí del baño para sonreírle, guarde mis vitaminas en mi bolso, ya que hoy saldría con Roy y Gin a pasear un momento.
-¿Cómo te va Ela?- pregunto Gin mordiendo su banderilla, yo sonreí y mordí la mía mientras le guiñaba un ojo.
-todo perfecto, ¿y ustedes par de enamorados?, díganme como les va con sus parejas- dije haciéndolos reír, Gin levanto ambas cejas y yo abrí la boca, ella al ver mi expresión negó curiosa y después de largo rato entendió mi sentido.
-¡Claro que no!, ¡Ela!, todo va de maravilla, es excelente decir que todo va de maravilla, pronto nos iremos a Inglaterra a ver un poco de allá- dijo y yo sonreí para ver a Roy quien termino su banderilla y deposito el palillo en un bote.
-¿y tú Roy?- pregunte curiosa, el me miro , rasco su nuca y solo frunció el ceño para hablar, Roy siempre era de los nerviosos que frotan sus dedos contra su cabeza.
-va todo bien, solo que Chloe quiere volver a las Vegas y yo no quiero- dijo mirándome con tristeza, yo tendría que hablar seriamente con Roy, primero era mi familia antes que mis amigos, no permitiría que le rompiera el corazón a mi primo, a si que por inercia se me ocurrió sacar el frasco de las pastillas y mirarlo para abrir la redonda y blanca tapa y sacar una azul.
-¿Quieres una joven?- dije, el rio y asintió para que sus dos dedos la tomaran de mi mano y el suspiro y cerro los ojos para llevársela a la boca, pero al querer estirar su grande y delgado brazo para alcanzar el frasco y querer tomarse muchas hizo que el frasco se me callera y rodara hasta llegar a un drenaje y caer, los tres abrimos la boca y lo mire un poco molesta.