16. 2 meses: "apuros"

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El tiempo se fue tan rápido que nunca lo sentí ya que Leonel y yo nos habíamos separado días para disfrutar con sus amigos y yo con mis primos después de lo que paso hace un mes ahora me encuentro aquí en una cabaña con mis primos disfrutando de los últimos días con ellos porque mañana sería el grandioso día y yo ya espero mucho por ver al chico que pronto será mi marido.

Al levantarme de la cama escuche un rechinido proveniente del cuarto siguiente, me levante y camine despacio con pasos lentos mientras me tallaba mis ojos y me amarraba mi cabello en una coleta. Me asome por el filo de la puerta para ver que era lo que se escuchaba y me encontré con una escena raramente graciosa.

-¿Qué estas tratando de hacer Roy?- pregunte cruzada de brazos mirándolo desde el marco de la puerta riendo ya que el se encontraba en un caso desesperante de tratar de tender la cama de un lado, pero al parecer se le desatendía del otro lado y eso hacia que el dará brincos desesperantes en todo el espacio de la cama, rodé los ojos y me acerque para ayudarlo.

-a ver dejamelo a mí- dije mientras esperaba que bajara de la cama por lo que salio mal y cayo rodando con toda la sabana enredada en sus pies.

-¡Dios santo de mi vida, alguien ya dele un disparo a este chico!- dijo Annabeth apareciendo del baño mientras cepillaba su cabellera larga y oscura.

-a ver diosa que pronto será ama de casa, haz un milagro- dijo Roy juntando sus manos y elevándolas al cielo por lo que rodé los ojos y reí mientras la tendía lentamente.

-al parecer mañana serás ya parte de el, tendrás su apellido y tendrás el anillo como símbolo de ser la esposa de el- dijo Carol entrando en la habitación mientras tomaba un poco de crema corporal y la untaba en sus brazos aperlados.

-¿Henley aún no se ha despertado?- pregunto Annabeth a Carol, ella negó y Roy se levanto para tomar una toalla y entrar a la ducha.

-Gin tampoco se ha levantado, al parecer se acostaron tarde ya que comenzaron a hablar sobre Richard y James sus aún pretendientes- dijo Carol mientras tomaba una liga de cabello y le enredaba en su cabello para formar una cebolla.

-Oh, las enamoradas- dijo Annabeth mientras bailaba y se tiraba en la cama para abrís sus brazos y moverlos como si estuviera en un valls.

-y ni se diga que tú también lo estas- dije riendo mientras le aventaba una almohada en la cara y Carol salía de la habitación para dejarme a solas con Annabeth.

-Anna, cuentame más sobre las citas que has tenido con Edward- dije guiñandole un ojo por lo que ella me codeo y se levanto negando la cabeza.

-como quiera tendrás que decirmelo- dije gritándole ya que salió corriendo de la habitación yo me recoste en la cama y cerré los ojos suspirando, pronto sería su esposa y todo sería magnífico y bello.

No dudaba en que el era mi hombre, estaba sumamente enamorada de el, es el primer novio que tengo en mi vida nunca antes me había enamorado como ahora lo estoy de el.

-vas a quedarte ahí o esperaras a que me cambie delante de ti- dijo la voz de Roy sacandome de mis mas profundos pensamientos, yo Sonreí y me levante mientras cerraba la puerta y bajaba los escalones de la cabaña los cuales rechinaban y producían un escalofrío de miedo en mi.

Entre a la cocina para recibir gustosa a mis primas en el último desayuno con ellas, ahí ya se encontraban Henley y Gin mientras susurraban cosas al mirarme sonrientes.

-¿Por qué me miran así?- pregunte frunciendo mi ceja, mire a Carol con una sonrisa de oreja a oreja y al voltearse pude ver que ocultaba algo al igual que Annabeth, Gin, y Henley.

"Te enseñaré a amar" ®   ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora