Negó con la cabeza, me sentí tan mal por un momento que no sabía si matarme ahí mismo o dejar que todo fluyera como debería, sus ojos irradiaban odio, coraje, amor, decepción, rencor, desilusión. Nunca me perdonaría esto, me sentía una completa y tonta mentirosa, que a su marido le escondió algo tan importante, que tal ves si le hubiera dicho todo desde un principio estaríamos felices disfrutando de Francia, pero sentía un dolor inmenso, un dolor de una daga atravesando mi corazón para aventarlo y patearlo hasta dejarlo sin vida.
-¿Cómo creíste que iba a caer en tu sucio juego de querer ganar mi dinero? y mas aun jugaste con mis sentimientos, los aventaste por una borda, ¿solo por qué?,¿ por mi dinero?, tú no eres Shelsey, eres Elena Jane Parker, su hermana, ambas son hipócritas, como pudiste engañarme tan secamente- dijo haciendo que miles de lagrimas cruzaran por mi cara, no quería que me viera así, pero era inevitable no llorar, cuando menos te los esperas de un momento a otro todo ocurre tan rápido y no hay momento para ponerte a pensar en ello, volteé a verlo y no se movió, esperaba una respuesta mía, y yo no sabia si dársela o irme de ahí, tenia miedo, pánico, nunca antes en mi vida me había enamorado de esta forma.
-¡Responde!- grito dejándome atónita, me asuste y retrocedí mientras mis manos temblaban, mi voz no salía y el ambiente se puso tenso, sentía mi garganta seca y con nauseas.
-yo no...yo no quería hacerte esto, yo no estoy interesada en tu dinero, jamás, yo en verdad estoy...-no termine de decir mi frase porque el se me había adelantado.
-¿qué te has enamorado de mi? Por favor Ela, muy bien sabemos que no me amas, solo ¡quieres mi dinero!- grito haciéndome llorar mas, no podía parar, esto era demasiado, me sentía realmente mal y simplemente Danny le conto cosas que no tienen nada que ver conmigo.
-¡Claro que no!, yo si estoy enamorada de ti, te amo mas que mi vida, lo que te dijo Danny es verdad- dije susurrando, el levanto una ceja y me miro divertido, yo sentía que me daban patadas en mi mente y caía profundo en un vacío.
-¡tu no me amas!, ni si quiera sabes que es el amor, vienes de las Vegas ¡por Dios Ela! no te gusta el amor, te gusta jugar sucio con las personas, quien sabe que harías allá con cada uno que se te atravesara- dijo y abrí la boca enojada, no soy ese tipo de persona y nunca lo seré, al final me di cuenta que mi mano impacto con su mejilla y me quede sin palabras, nunca lo había hecho.
-pediré que me den otra habitación, tu puedes quedarte aquí si quieres, mañana cuando volvamos a México hablamos- dijo, yo me quede con mis lagrimas enjuagadas en mis mejillas mientras tapaba mi boca con mis manos, sentía un dolor inmenso y nauseas, muchas nauseas, no sabia porque me sentía asi, pero el dolor de mi corazón era mas fuerte que cualquier cosa, esto era sufrir por el amor, el no sabia la verdad, no sabia sobre el porque trabajaba en las Vegas, no sabe mi historia porque yo como estúpida e idiota no se lo conte tras el paso de nuestro amor.
-déjame explicarte el porque trabajaba en las Vegas- dije asustada, no quería que fuera a otro lugar donde no fuera yo, mi lugar estaba donde el estaba, su cuerpo era mi refugio, su corazón era mi hogar, sus ojos eran mi salvación nunca quise estar en las Vegas, era algo horrible.
-lo único que te pido es que por hoy te alejes de mi por lo que resta del viaje a México, no quiero explicaciones, quiero descansar, quiero curarme de lo que has hecho y dudo que puedas volver a hacerlo- dijo y me dejo ahí hecha pedazos, Chloe me dijo que debía decírselo de una vez y era cierto, yo misma me hice daño por no haberle dicho y no me hice daño a mi misma, también a el a la persona que amo demasiado con toda mi alma, me caí de rodillas y solloce tan fuerte, tome mi cabeza entre mis manos y sentía que todo me daba vueltas, sentí una arcada y corrí de inmediato al baño para devolver lo que mi estomago pidió, mas lagrimas salieron de mi cara y al bajarle al retrete tome un pañuelo y limpie mi boca para después cepillarla y al salir ver un Leonel tomando sus cosas para mudarse a la otra habitación.