La mire y luego mire a mi madre esperaba una respuesta y no la tenía, mi madre solo estaba sonriéndome y yo fruncí el ceño, no entendía nada, esto era extraño que ella estuviera aquí y de la nada me abrazara, pensé que al verme me atacaría y me gritaría un puñal de palabrerías pero no fue así, estaba quieta solo se escuchaban nuestras respiraciones y eso me asustaba, mire a mi hermana a los ojos y en ellos había un brillo especial que yo nunca había visto, ¿Qué diablos tramaba?.
-Shelsey yo...-no me dejo terminar porque con su boca alargo un sonido para que cerrara mi boca, yo espere a que ella respondiera pero camino directo al sillón y palmeo para que yo me sentara, mi madre se dirigió a la cocina ya que el timbre del microondas sonó.
-Escucha, no estoy enojada como tu piensas, ¿crees que me enojare y te golpeare?- pregunto, yo solo asentí y ella solo golpeo mi hombro.
-estas equivocada, estoy feliz porque hiciste algo tan atrevido que ni yo misma me lo creo y además no te preocupes por mi que yo estoy bien- dijo, yo abrí mis ojos completamente, ¿Dónde quedo la Shelsey a la que tanto temía desde que tenia una edad tan pequeña.
-pensé que me odiarías con toda tu alma, estoy acostumbrada a eso Shelsey- dije, ella negó con la cabeza mientras sonreía, yo solo ladee la cabeza tratando de entender la situación.
-¿Creíste que mi lado salvaje te atacaría de un momento a otro como antes lo había hecho? Eso fue hace mucho Ela y te pido disculpas, nunca fui una buena hermana y me arrepiento tu eres una gran hermana y gracias al apoyo que recibí al otro lado, me siento sensacional- dijo, yo sonreí ya que nunca imagine ver así a Shelsey, es como un milagro.
- Wow- me limite a decir, ella soltó una risa y de nuevo me abrazo contra ella, de repente sentí como unos pasos se aproximaban hacia nosotras y al separarnos, una madre venia hacia nosotras con un tazón de palomitas, yo sonreí y por un momento olvide a que venia, pero no podría dejarlo de lado.
-mamá, hermana...yo vine aquí porque sucedió un problema, Leonel , El- dije pero mi voz se quebró demasiado rápido.
-¿que paso Ela?- pregunto urgentemente mi hermana y yo me mordí el labio mientras trataba de pasar mi palomita por mi garganta, ellas me miraron y limpie mis lagrimas antes de que amenazaran con salir.
-El se entero de todo esto- dije respirando y después dejar el tazón en la mesa para tomar un trago de la gaseosa que dejo mi mamá en la mesilla.
-oh no- susurro mi madre y yo asentí mientras trataba de mantener mi postura normal, como si no me afectara, ya bastante tuvieron las demás personas en verme así.
-¡pero ustedes se aman!- grito mi hermana, yo solo mire a mi mamá pues mi hermana nunca me había defendido y menos hablado por mi, cosa que esta haciendo.
-si, pero el dijo que en el amor no se miente y que yo lleve muy lejos el secreto de no ser tu- dije mirando a Shelsey, ella abrió la boca y de repente sentí que el ambiente era espeso y de pronto me vi envuelta en un dolor en mi vientre, de repente abrí mis ojos con lagrimas y caí en un mareo horrible para escuchar de lejos a mi madre y a mi hermana gritar mi nombre.
