Capítulo 41 ☾

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Bryony

El sol salió iluminando todo lo que había a nuestro alrededor, dejando ver el hermoso paisaje que teníamos enfrente. Muchos árboles, arbustos, flores y todo era verde, el río estaba a tan solo unos pasos de donde nos encontrábamos, así que Morgan y Camille fueron a dar una vuelta. Mientras tanto yo esperaba con Bór a mi lado.

Yo estaba impaciente porque Eamon saliera del túnel, se ofreció a entrar y buscar a Caden en el lugar donde lo perdimos. Ya había amanecido y no sabíamos nada de él, temía que algo malo hubiera pasado.

—Tus nervios me ponen mal —lo escuché mascullar pero no le dije nada —. ¿Ahora me haces la ley del hielo? ¿No crees que ya estás demasiado grande para hacer esas cosas, pequeña bruja?

—¡No me digas así! —le grité girándome hacia él —. Me irritas y me sacas de mis casillas —espeté, cosa que no lo inmutó ni mucho menos.

—A la pequeña bruja no le gusta que le diga "pequeña bruja" —se burló —. ¿Es eso?

—Tú no tienes derecho a llamarme así —lo señalé con un dedo —. Ni tú ni nadie.

—¿Por qué no? —se acercó demasiado a mí que sentía su respiración en mi mejilla. Tuve que bajar la cabeza —. ¿Es que acaso ese derecho solo lo tiene Caden? —su voz salió ronca, me puso nerviosa.

—A-aléjate —le pedí sin obtener que se moviera ni un ápice —. No te acerques a mí, Bór.

—¿Por qué? —puso dos dedos debajo de mi barbilla para hacer que lo viera a los ojos. Tragué saliva con dificultad.

—Porque no debes acercarte a mí, Caden te va a matar si sabe que me has tocado —sonrió de una manera salvaje y dio un paso lejos sin soltar mi barbilla.

—¿Así o más lejos?

—Bór —exclamé sin ánimos. Él dio otro paso lejos y otro más.

—¿Así? —levantó una ceja.

—Aléjate de mí y quédate lo más lejos posible, si se puede unos veinte metros, por favor —soltó mi barbilla y se echó a reír en una sonora carcajada que me estremeció de pies a cabeza.

—Eres un poquito exagerada, bruja —llevó sus manos detrás de su espalda y retrocedió unos pasos más.

—No lo soy y no creo que las advertencias de Caden tampoco lo sean —me crucé de brazos —. Así que si quieres mantener tus preciadas en su lugar es mejor que te mantengas a una distancia prudente de mí.

—Pero Caden no está aquí —miró a su alrededor.

—Ya te estabas tardando en hacer lo que se te plazca —escuché detrás de mí y al voltear Eamon estaba saliendo del túnel en su forma humana. Su cabello castaño se veía mucho más claro con esa ropa negra que siempre usaba.

—¿Qué pasó? —le pregunté desesperada —. ¿Hay algún rastro de él?

Para mi mala suerte Eamon negó con la cabeza.

—Fui al lugar donde los encontré a ustedes y no hay nada, ni nadie. No hay rastros de Caden ni de las criaturas que llegaron del infierno, es seguro que Belial las regreso a su lugar.

—No puede ser —me dejé caer en lo primero que tenía a un lado y Eamon no dudó en acercarse —. Esto no puede estar pasando.

Sentí un nudo en la garganta que no me dejaba respirar bien.

—Lo mejor es que regresemos a la mansión y le informemos a Bastian lo que está pasando —opinó Bór.

Cuando abrí la boca para decir algo los gritos de Camille me hicieron callar.

Eternal ☾ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora