Capítulo 32 ☾

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Caden

En cuanto se terminó la llamada arrojé el móvil hacia el colchón, me pasé ambas manos por el cabello con frustración. Me dejé caer en la cama con los hombros hundidos. Solté un suspiro y la puerta se abrió, Camille entró y al verme no dudó en acercarse a donde estaba.

—Hablaste con ella, ¿Verdad? —asentí. Camille no dudó en poner una mano en mi hombro, dándome un apretón. Sé que sus intenciones eran buenas pero en este momento quería estar solo.

—No quiere verme, al menos no por ahora.

—Y tú sientes que ya te mueres por no estar con ella —esta vez no se estaba burlando.

—No me puedes juzgar, he pasado más de cien años esperando por ella y ahora...—Camille me interrumpió.

—Todas las parejas tienen problemas, lo sabes.

—No somos cualquier pareja —ella me dio la razón.

—Pero van a pasar por peleas así, hasta peores.

—Gracias por el apoyo —le dije serio pero ella se rio un poco.

—No pienses mal, solo quiero que te des cuenta que habrá peleas, discusiones, enojos. Tienes que ser paciente, Caden —negué con la cabeza.

—Esto es diferente, Camille, lo siento.

—¿Diferente en qué? —levanté una ceja.

—No sé, quizá sea por el tono de voz que usó para decirme las cosas.

—No sé qué quieres decir.

—Se me olvida que nunca has estado en una relación —la miré de reojo.

—Por eso mismo, no quiero tontas discusiones, ni nada de este absurdo drama.

—Pero con Morgan puede haber algo —levantó una ceja —. ¿O no?

—No voy a decir que no, pero tampoco voy a decir que sí. Es complicado.

—Se gustan y eso se nota —sus mejillas tomaron un bonito color rosa —. Puedes decirme lo que sea, lo sabes —apoyó su cabeza en mi hombro y soltó un suspiro.

—Eres la única persona a la que le puedo decir esto.

Cogí sus manos y les di un ligero apretón.

—Tengo miedo, Caden. Tengo miedo de amar a alguien y me deje por ser quien soy. Que se dé cuenta del monstruo que soy y se vaya. No le quiero entregar mi corazón a una persona que no va a saber apreciar lo bueno que hago por ella. Soy demasiado egoísta con mi amor y no quiero que nadie me lastime.

—Pero no puedes ir por ahí pensando que todas las personas son iguales. Tienes que dejar entrar a alguien en tu vida, darle tu amor a quien tú creas es la persona correcta para ti.

—No sé —suspiró —. No sé si Morgan sea la persona correcta. No sé si yo sea la persona correcta para ella.

—Sino se lo preguntas nunca lo vas a saber.

Se separó de mí y sonrió.

—Siempre es agradable hablar contigo —sonrió y le di un golpecito en la frente —. Solo tú me entiendes.

—Inténtalo y sabrás si estás haciendo lo correcto. Morgan es agradable.

—Y besa bien —me puse de pie y fui por mi chaqueta.

—No necesitaba saber eso —sonrió.

—¿A dónde vas?

—Quiero dar una vuelta, necesito pensar.

Eternal ☾ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora