Capítulo 30 ☾

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Caden

Miraba por la ventana, atentamente, no podía dejar de ver cómo el pasto se estaba muriendo al igual que las flores, los arbustos y los árboles. El color era menos verde, las hojas se veían secas y algunas se caían de las ramas de los árboles. Me di la vuelta sobre mis talones y regresé a la cama donde Bryony estaba acostada.

—Tú no eres mala —musité. Subí mi mano a la altura de su mejilla para acariciar su suave piel. Su cuerpo estaba de lado con las manos metidas bajo su cabeza —. Tú nunca serás cómo él.

Aún no podía creer que mi pequeña bruja tuviera todo este poder dentro de ella, era algo inexplicable. Su hermoso rostro de ángel era engañoso porque dentro de ella existía el peor de los males. No quería que esto la consumiera, no quería que dejara de ser ella.

—Caden —detuve mis movimientos cuando sus delgados dedos se enroscaron en mi muñeca. Al verla sus ojos estaban bien abiertos, mirándome atenta.

—Hola, pequeña bruja.

—No podemos dejarla salir, Caden —su voz se escuchó trémula.

—¿A quién? —le pregunté con curiosidad.

—La oscuridad que yace en mí, destruye todo a su paso, mata todo lo que toca.

Casi repitió las mismas palabras que Morgan nos había dicho minutos atrás. Fruncí el ceño, claramente sorprendido por sus palabras. No había ni una pizca de diversión en ellas.

—¿A qué te refieres? —se apoyó de mí para incorporarse y sentarse con las piernas estiradas en la cama.

—Es poderosa, muy fuerte —hablaba cómo si estuviera regresando a ese momento donde la perdimos por unos minutos —. Es oscuro, ese poder —se miró las manos y se percató de la marca que tenía en la muñeca.

—¿Cómo te hiciste eso? —señalé su muñeca.

—Fue ella —pasó las yemas de sus dedos por la marca de color negro que había en su muñeca —. Me dijo que un día de estos va a salir. Quiere salir, Caden y no puedo dejar que lo haga —musitó.

—Pero solo con ese poder vas a poder vencer a tu padre —negó con la cabeza un par de lágrimas rodaron por sus mejillas —. No, no llores, pequeña —me puse de pie y me senté a su lado para abrazarla —. No llores.

—No quiero que salga, Caden —se aferró a mis ropas —. No quiero que te lastime —sollozo —. Tenemos que buscar otra manera para hacerlo, no así.

—Shhh —siseo para intentar calmarla —. Vamos a buscar otra manera, ¿Sí?

Aunque por lo que había dicho Morgan no había otra posibilidad, pero teníamos que encontrar algo, lo que sea.

—No podemos dejar que salga. No podemos.

—Lo haremos, está bien. Estás bien —dejé un beso en el inicio de su cabello.

—Por favor, por favor —me separé de ella acunando sus mejillas entre mis manos. Haciendo que me mirara a los ojos.

—Todo va a estar bien, ¿Sí? —me acerqué para dejar un beso sobre sus labios —. No te atormentes —negó con la cabeza.

Con los pulgares limpie debajo de sus ojos para borrar el rastro de lágrimas que había derramado.

—Tú eres buena, tú nunca podrías hacer daño con la intención de herir a alguien. Tú eres mi pequeña bruja, eres un ángel.

—Tú solo lo dices porque me amas —sonreí.

—Lo digo porque es cierto. Nunca creas que eres mala, al contrario.

Eternal ☾ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora