Capítulo 11 ☾

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Bryony

Miraba la lista que me había enviado Thea por la mañana con todo lo que íbamos a necesitar para ir al bosque. No quería ir. No quería porque sabía que de Jareth no iban a encontrar nada, sino encontraron nada toda la semana menos iban a encontrar algo ahora que Caden y Bastian se habían desecho de todas sus pertenencias.

Metí la linterna en la mochila al igual que el silbato y lo demás que iba a necesitar para la búsqueda. Los encargados querían estar seguros que íbamos seguros y que no nos pondrían en peligro. El bosque podía llegar a ser muy peligroso cuando te adentras mucho más de lo debido. Me senté en la orilla de la cama y até las agujetas de mis botas, bajé el doblez de mi pantalón y aseguré mi chamarra, este día en particular estaba lluvioso, húmedo y frío. El clima perfecto si me hubiese quedado en mi cama y no tuviera que ir en una excursión a buscar a una de las personas que más he odiado en toda mi vida.

Escuché dos golpes en la puerta y cuando levanté la cabeza me encontré con la mirada tierna de mi madre.

—¿Ya te vas? —asentí con la cabeza —. ¿Thea va a pasar por ti?

—No, la voy a ver allá —me puse de pie y cogí la mochila.

—Ayer me dormí y tú no llegaste —murmuró apenada.

—Estuve estudiando en la casa de Caden —parece que al decir ese nombre algo se encendió dentro de ella.

—Ese chico es...¿Él y tú son novios?

¿Lo éramos?

No lo sabía porque en ningún momento dijimos que lo éramos, había química sí, y era más que obvio que nos gustamos pero ni siquiera nos habíamos besado entonces no sabía.

—¿Te gusta? —cambió de pregunta —. Es que ahora pasas tiempo con él.

—Mamá —arrastre las letras de su nombre.

—Solo quiero asegurarme de que es un buen chico.

—Lo es.

—¿Y cómo sabes eso? Apenas lo conoces.

—Mamá, él no es como los idiotas de los lobos si es lo que te preocupa.

Claro que no lo era, él no era un hombre lobo.

—¿Cómo lo sabes, Bry? No son de aquí, no sabemos de donde vienen ni nada de sus vidas.

—No tengo que saberlo todo, nos estamos conociendo —me acomodé las correas de la mochila en los hombros —. Por favor no empieces con esto, no ahora.

—Me preocupas, Bry —negué con la cabeza a la vez que me reía de esto —. No le veo lo gracioso.

—Lo gracioso es que te preocupas de un chico de veinte años mientras que dejas que ande por ahí sin saber quien es mi maldito padre —no esperé que dijera nada y pasé a su lado.

—¡Bryony! —avancé rápido por el pasillo y bajé las escaleras mientras ella me seguía gritando que regresara.

—Maldita sea, maldita sea —mis manos se asieron a las correas de mi mochila mientras maldecía una y otra vez yendo hacia el punto de encuentro. El aire era frío y cortaba mis mejillas, me tuve que poner el gorro de mi chamarra para mitigar un poco el frío que me calaba los huesos.

La cabaña del guardabosques estaba cerca de la entrada de este, era pequeña, la madera estaba húmeda, las ventanas no eran tan grandes. Frente a esta estaba el guardabosques, los padres de Jareth y de la otra chica que había desaparecido días atrás. Había al menos cincuenta personas alrededor esperando las órdenes para empezar con la búsqueda.

Eternal ☾ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora