Capítulo 19 ☾

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Caden

Salimos a caminar un rato por el lugar. Todo aquí era verde y había pocas personas andando de aquí para allá. Mucho mejor para mí, no quería que pasara otra vez lo de la noche anterior y esta vez no saber como parar. Simplemente había veces que no me podía controlar y lo odiaba, lo odiaba demasiado.

Por mi culpa siempre huíamos de un lado al otro, porque siempre tenía que arruinar las cosas cuando todo iba bien yo era quien arruinaba todo y Camille junto a Bastian tenían que pagar las consecuencias. Solo quería que esto parara, quería establecerme en un lugar, no perder el control, no terminar huyendo como lo hicimos la última vez, pero eso era algo casi imposible para mí. Por eso admiraba a Bryony, ella no estaba tan jodida como lo estaba yo y aunque su demonio interior era mucho más fuerte siempre lo supo controlar, no perdió el control de pequeña y ahora...Ahora era yo quien necesitaba ayuda con urgencia.

Paramos a descansar un momento, mientras ella jugaba con el agua yo la esperé bajo un gran árbol que me daba sombra. Las nubes cubrían un poco al sol y agradecía eso en demasía. Se puso de pie cuando pudo controlar bien el agua y esta flotaba cómo una burbuja que levitaba en medio de sus dos manos. Se veía tan tierna así, era tan inocente todavía, no quería que dejara de serlo nunca, quería que siguiera conservando aquella pureza que tanto la caracterizaba, tan pura e inocente.

—¡Caden, mira! —movía las manos y junto a ellas el agua cambiaba de forma, como si fuera plastilina. Esta se elevó por encima de su cabeza y explotó convirtiéndose en gotas de agua que salpicaron un poco sus ropas. Reía inocente mientras se acercaba a mí —. ¿Viste eso? —se sentó a mi lado.

—Claro que lo vi —cogí su mano que seguía húmeda —. ¿Desde cuando sabes controlar tan bien el agua?

—Es uno de los elementos que primero me enseñó a dominar mamá —sonrió.

—Y ahora usas el fuego —la miraba embelesado.

—Debe ser mi lado demoníaco, no sabía que lo podía controlar —elevó su mano a la altura de su rostro y en medio de su palma se empezó a formar una llama de color naranjado, era pequeña, pero en tan solo segundos empezó a cobrar más y más fuerza, tornándose de un color rojo con destellos naranjas.

—¿No te duele? —la miré y negó con la cabeza.

Pasé mis dedos por la flama pero con solo un pestañeo esta desapareció. Era real, yo lo sentí.

—Eres impresionante —le dije a la vez que llevaba mi mano a su mejilla y bajo su oreja. La atraje a mí para devorar sus labios. Deslicé mi lengua por sus labios, estos se abrieron al instante que hicieron presión sobre los suyos. Mi cuerpo estaba hirviendo, deseoso por ella, por tenerla debajo de mí, desnuda, gimiendo mi nombre. Nuestros cuerpos cerca, complementándonos para siempre.

Separó sus labios de los míos, hinchados y rojos por su beso. Al abrir los ojos de nuevo estaba esa chispa de fuego en los suyos. No quería ni pensar en como se verían el día que por fin fuera mía, por completo.

—¿Se te olvida que ya puedo escuchar lo que piensas? —sus manos subieron a mis mejillas, acunándolas.

—No, pero poco me importa que sepas lo que pienso. Tal vez así te des cuenta que me muero por estar en medio de tus piernas —pegó su frente a la mía con delicadeza.

—A parte de caliente, descarado —cerró los ojos.

—Recuerda que si estoy caliente es por tu culpa. Quien te manda a ser tan candente y sexi —sonrió de una manera tierna.

—Tonto —su toque era suave, tierno y delicado. Me gustaba cuando me tocaba, me sentía en paz, lleno de vitalidad.

—Soy tu tonto —abrió los ojos lentamente abatiendo las espesas pestañas —. Me tienes embrujado, daría y haría todo por ti —una suave brisa empezó a mover las hojas de los árboles —. Nunca me imaginé que esto se sintiera así, es algo que da vida, me hace quererlo todo contigo, quiero quedarme a tu lado para siempre, ser eternos.

Eternal ☾ (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora