21.

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Hwahwa y Mew esperaban una respuesta de Gulf, ambos espectantes e impacientes, esperaban de todo, menos lo que salió de la boca del chico

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Hwahwa y Mew esperaban una respuesta de Gulf, ambos espectantes e impacientes, esperaban de todo, menos lo que salió de la boca del chico.

— Iremos los tres —forzó una sonrisa mirando a los contrarios. A la chica se le notó claramente fastidiada y a Mew... Mew parecía estar contando mentalmente los números del uno al mil. —Será.... divertido.

Gulf miró a Mew con una de esas miradas que son imposibles de negarle cualquier cosa, Mew no estaba dispuesto a protestar, pero mucho menos estaba dispuesto a dejarlos ir solos. Los tres subieron al auto de Mew y éste emprendió viaje. Fuere como fuere el chico estaba dispusto a hacer lo mejor posible para no fastidiar la salida, después de todo, Gulf por fin había aceptado. El primero en romper aquel silencio fue el mismo dueño del auto.

—¿Te parece sí vamos por comida costera? —preguntó Mew a Gulf, mirandólo de reojo —Conozco un lugar donde venden unos camarones que...

—Lo siento, pero soy alérgica a los mariscos —interrumpió Hwa con una sonrisa claramente fingida y descarada, Gulf no dijo nada, la miró y miró a Mew, éste respiró hondo y volvió a proponer al chico.

—¿Qué tal comida latina? He oído de un lugar nuevo....

—Dios, no. Esa gente come horrible, no sé como siquiera logran alimentarse con tales cosas, que espanto —nuevamente la chica replicó, como sí lo que acababa de proponer el chico fuera la más grande de las atrocidades. —¿Y sí vamos por comida Italiana?

Mew apretó el volante, claramente tratando de cayarse, y para facilitarle las cosas, Gulf intervino.

—Sí, me parece lo mejor —Gulf realmente no quería comer comida Italiana, le encantaban los mariscos, en especial los camarones. Y la idea de comida latina tampoco sonaba mal, siempre le había gustado su cultura. Pero lo menos que quería era iniciar algún tipo de discusión en el auto, y sí sabía que alguien iba a ceder ante lo que quería, ese era Mew. —Conozco un buen lugar no muy lejos de aquí.

Mew no habló más durante el viaje hasta el restaurante, tampoco comentó con mucho interés el lugar o cualquier otra cosa, parecía como si toda su concentración se gastara en el hecho de mantenerse sereno y no explotar. Quien por el contrario parecía extasiada era Hwa, tomó total ventaja del casi completo silencio de Mew, hablaba hasta por los codos, comentaba sobre todo tipo de temas y Gulf los respondía en su mayoría, por educación.
—¡Oh, quiero otro trozo de pastel de chocolate! —exclamó Hwa después de un rato, haciendo un puchero. Ya habían comido, incluso habían pedido postre, pero al parecer ella no estaba satisfecha —P'Mew, ¿te importa sí pido otro trozo? Después de todo tú serás quien pagará la cuenta, lo correcto es preguntar —sonrió con total inocencia. ambos chicos la mirarón, en ningún momento se dijo que Mew pagaría la cuenta. Y aunque el chico pensaba hacerlo de todos modos, igual le molestó el descaro de ella. Gulf lo miró, nuevamente esa mirada que a Mew le vulneraba cualquier tipo de oposición, éste asintió —Gracias, P'Mew. Eres genial.

 I only love you. - Mewgulf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora