I only love you. - Mewgulf.

4.

Ya había amanecido y Mew sintió que no pudo dormir en toda la noche, sus días libres habían acabado y él no pudo acostarse con nadie la noche anterior, se sentía realmente molesto, no, molesto no, frustrado.

Había perdido una noche de placer por andar corriendo detrás de un chico que al final lo mandó a la mierda, hasta estando fuera de sus cincos sentidos por el alcohol.

Para quiénes se preguntan a qué se dedica Mew, bien, aquí ésta su respuesta. Mew es un conocido modelo, el más reconocido de su país. Solo que en aquel pueblo pequeño la gente era ignorante y no le prestaban atención a nada ni nadie, la gente de ahí le agradaba puesto que no eran de crear chismes o andar diciendo que el apuesto modelo Mew Suppasit se encontraba ahí. Era el lugar perfecto para que el fuera él mismo, sin estar fingiendo ser amable o algo por el estilo. Era el mejor lugar para que cualquier famoso disfrutará su vida lejos de periodistas y todas esas cosas.

El tenía que volver en unas horas a la cuidad, claramente acompañado de su mejor amigo.

Con pésame se levantó de su cama y caminó hasta el baño. Vió su reflejo en el espejo y notó como su cara estaba echo un asco. Hizo una mueca y agarró su cepillo de dientes junto con la crema para verter un poco de ésta al cepillo. Finalizó su cepillado y lavó su boca. Caminó nuevamente a su habitación, sacó su maleta de viaje y empezó acomodar su ropa en ella.

Ya estaba todo finalizado, se había dado su respectivo baño y se vistió, todo estaba impecable, solo faltaba que llegará su amigo.

El timbre de casa empezó a sonar como loco, Mew frunció su entrecejo y caminó hasta la puerta. La abrió.

- ¿Será que dejas de hacer eso? Realmente lo detesto. - Dijo, una vez vió a su amigo. Kaownah sonrió satisfecho, le encantaba hacerlo enojar.

- ¿Estás listo? — ignoró totalmente la pregunta hecha antes y pasó cómo perro por su casa.

— Ajá. — Mew lo miró de reojo. — Para que pasas si nos vamos, ¿Eres tonto o qué? — Kaownah empezó a ver a su alrededor. Claro, él sabía que Mew no era del tipo que llevaba a sus conquistas a casa, pero no más quería saber si esa noche había roto aquella dichosa regla. — ¿Qué buscas? — Mew se cruzó de brazos viendo a Kaownah curioso.

— ¿Ayer....? — esperó que Mew entendiera lo que trataba de decirle.

— No. — dijo frunciendo el entrecejo. — Y vaya decepción, realmente deseaba meterlo a mi cama, pero él... — soltó un suspiro. — olvídalo, vámonos.

Finalmente salieron de casa y se montaron en el auto.

Habían llegado a la agencia, resulta que Mew no pudo pasar por el apartamento que tenía en la cuidad a dejar su maleta puesto que, su mánager le dijo que pasara primero por su trabajo, según él, para decirle algo importante para lanzar su carrera a más alto.

— Oh.. Ya has llegado, bienvenido a casa. — Sonrió amablemente el mánager que se hacía llamar Cho.

Mew hizo una mueca y saludó debidamente a su mánager para luego sonreír amablemente. — Dime, ¿Es muy importante?

Cho asintió. — Muy importante, las personas encargadas de esto ya están aquí, así que llegas justo a tiempo.

— ¿De que se trata?, P'

Cho sonrió y posó su mano en el hombro derecho de Mew. — Tú tranquilo y yo nervioso. — palmeó su hombro. — Sígueme. — y con eso finalizó la charla.

Mew soltó un suspiro y siguió a su mánager hasta la habitación dónde se discutían diversos temas del negocio, el cual, la mayor parte de esas paredes eran de vidrio y fue cuando vio al ángel.

¡Oh Dios! ¡Él angel estaba ahí!

Mew al darse cuenta entró en pánico y caminó rápidamente hasta el baño sin ser visto.

¿Por qué se escondía? No, mejor dicho, ¿Qué hacía el aquí?

¡Dios!

‡Nota‡

Holaa, bienvenidos a otro capítulo~

Aclaro, el mánager Cho es un personaje creado por mí.

Espero les haya gustado, acepto cualquier crítica constructiva y si hay algún error ortográfico o alguna oración sin sentido, háganmelo saber.

Sin más que decir, bye. 🤗