Mew le encantaba coquetear con todo aquel chico guapo que se le atravesara en el camino, pero un día conoció a un chico que lo atrajo de una manera que ningún otro lo había hecho, pero, ese chico apuesto nunca se llegó a interesar en él; ¿O sí?.
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Como de costumbre antes de empezar cada sesión fotográfica, me encontraba viendo aquella fotografía que tantos recuerdos me trae. Sin duda, siempre que la veía me subía las energías y me inspiraba.
Sentí como unos brazos grandes me rodeaban el cuello, junto con una respiración cerca de mi nuca haciendo que se me erizara la piel. Giré un poco mi cabeza y estábamos tan cerca que nuestras narices se tocaban. Mew me sonrío coquetamente y yo le devolví la sonrisa un poco más suave.
Me sentí feliz, completo, por primera vez en mi vida. Con él me siento como si no tuviera ninguna preocupación, angustia o cualquier palabra que se fuera a lo negativo. Apreciaba mucho la forma en la que me trataba y cómo es tan cariñoso conmigo. No a habido nadie, nunca que me tratara de esa forma, siempre que trataban de "cortejar me" y me conocían un poco se echaban para atrás, siempre veían algo en mí que no les gustaba del todo y terminaban yéndose. Pero él, sentía que amaba cada una de mis imperfecciones, y yo, yo creo que también empezaba a amar cada cosa de él y eso era fascinante, realmente.
Mew se separó un poco de mí y miró la foto que anteriormente estaba viendo, volvió a mirarme pero esta vez su expresión era de confusión.
- Es una larga historia. - Dije y le sonreí dulcemente. Creo que ya era momento de hablarle sobre una etapa que jamás podré olvidar y que fue la mejor etapa que tuve en toda mi vida.
- Tengo mucho tiempo.
- Pero yo no. - Le guiñé un ojo y volví a la cámara empezando a ajustar sus configuraciones.
Mew me miró sorprendido por mi guiño pero ví como unos segundos después se le formaba una gran sonrisa y salía de la sala donde hacía mi dicho trabajo.
Hoy era su día libre y dijo que quería pasar el día conmigo, por lo tanto ahora se encontraba en mi trabajo y la verdad no me incomodaba, de alguna forma me sentía alegre. El modelo llegó minutos después ya listo y empezó a posar.
Gracias a la presencia de Mew andaba más inspirado que nunca, sin duda esta sesión salió más que magnífica, creo que el modelo sintió el ambiente y se contagió porque sus poses y expresiones eran muy buenas, se sentía confiado y eso era muy bueno.
Después de un día de muchas fotos e inspiración nos encontrábamos en el auto, listos para ir a por una gran y deliciosa comida. Ésta noche cenaríamos fuera de casa.
- Entonces...
- ¿Quieres que te cuente de ello, cierto?
El asintió en respuesta. - Aunque si no quieres hacerlo, no te presionaré. - Sonrío.
Solté un suspiro nervioso. - Bueno...
Mew detuvo el auto y me señaló con su cabeza el lugar al que habíamos llegado, lugar donde cenaríamos. El bajó del auto y rápidamente fue a mi lado del auto para abrirme la puerta, yo salí una vez fue abierta. Caminamos juntos hasta dentro del acojedor local y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana.
