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Sentí la suave luz del sol que se colaba por mi ventana golpear mi cara haciendo que me despertara. Sonreí al ver aquel hermoso hombre durmiendo a mi lado, acaricié con calma su rostro y admirando cada detalle de él. Dios mío, desahogarme de mi pasado fue lo mejor que pude hacer y más con él.
Planté un pequeño beso en sus labios y decidí levantarme para por fin empezar el día. Me estiré con una gran sonrisa y salí de la cama.
Llegué a la cocina y empecé a realizar un encantador desayuno para Mew, se lo merecía; Hice algo simple, panqueques con un poco de miel por encima junto con un café negro y como toque final, le coloqué una pequeña flor al lado del platillo. Caminé hasta mi habitación y al entrar vi que todavía estaba durmiendo.
— ¡Buenos días alegría! — dije con entusiasmo. Mew se movió pero solo para acomodarse con nula intención de levantarse. Puse la bandeja en la mesa de noche que se encontraba al lado de la cama. — Hey, bello durmiente, hora de despertar se.
— Shh, déjame dormir, fastidioso. — ¿Qué? ¿En serio dijo eso? Levanté una ceja y torcí los labios. Con qué esas tenemos.
Me lancé encima de él con ninguna intención de despertar lo (nótese el sarcasmo)
— Levántate si no quieres que me enoje contigo. — Me senté viendo que no había ninguna reacción de su parte. Lo miré pensativo buscando en los archivos de mis pensamientos la mejor manera de que se despertara. Una sonrisa malvada salió a relucir en mis labios.
Empecé a besar su cuello notando como su cuerpo empezaba a reaccionar a mi contacto. Llegué a su cara y empecé a besarla por todo el alrededor, Mew empezó a moverse y justo llegué a sus labios, los besé, esperando algún movimiento de ellos. El cual recibí minutos después, sonreí complacido y me separé de él.
— Buenos día dormilón. — sonreí.
— Vaya manera de despertar me, y más teniendo te así. — Me sonrojé dándome cuenta de la posición y me levanté torpemente. Agarré la bandeja y se la acerqué.
— Te hice el desayuno, espero lo disfrutes.
— Gracias preciso. — Se sentó y agarró la bandeja empezando a comer. — Mmm, esto está riquísimo.
— ¿En serio? — pregunté entusiasmado. Asintió.
El resto del día lo disfrutamos como nunca, nos pusimos a ver películas, hablar sobre cosas aleatoriamente, todo parecía tan acogedor, tan lindo, tan irreal. Si le dijera a mí yo del pasado que estaría en esta situación en un futuro se reiría eh incluso dijera que no habría futuro.
— Bueno Gulf, hora de irse. — Sabía que tendría que irse, no quería, pero al fin y al cabo ésta no era su casa. La estaba pasando tan bien que había olvidado que el no vivía aquí.
— Lo sé, aún que no quiera.
— Bebé, nos veremos mañana. — Me abrazó y besó mi frente. Se sentía tan cálido.
— Es que quiero que duermas conmigo. — lo miré, mi mirada decía con tanto anhelo que se quedará.
— Gulf, mañana trabajo y no tengo ropa aquí. — asentí entiendiendo, el tenía razón. Me dió otro beso, esta vez el la boca y salió del apartamento. Nuevamente sintiéndose frío, caminé hasta la cocina para servirme una taza de café y me apoye en el mesón escuchando las gotas golpeando la pequeña ventana de la cocina.
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I only love you. - Mewgulf.
FanfictionMew le encantaba coquetear con todo aquel chico guapo que se le atravesara en el camino, pero un día conoció a un chico que lo atrajo de una manera que ningún otro lo había hecho, pero, ese chico apuesto nunca se llegó a interesar en él; ¿O sí?. 20...