I only love you. - Mewgulf.

30.

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Ya ha pasado una semana y Gulf sigue sin saber de Saint. No responde las llamadas ni mensajes, ha ido a su casa, nadie responde a los llamados y los vecinos no lo han visto ni entrar ni salir de su casa. Es tan raro, tan preocupante. Gulf se ha sentido tan deprimido de solo el hecho de no saber nada de él. Tiene miedo de que le haya pasado algo y Mild simplemente no quiere decirle dónde trabaja el imbécil que le hirió el corazón a su amigo.

Vió como Mew se le acercaba con una mirada de preocupación. Apreciaba mucho que Mew estuviera en esa situación con él dándole ánimos, si el no estuviera aquí cuidándolo no sé que estaría haciendo horita; Sí llorando en su cama sin comer ni beber agua o rompiendo cosas y culpándose por no poder estar para su amigo. Sí, el sabe que nada de lo que le está a pasando a su amigo es su culpa, lo sabe, pero aún así no puede evitar sentirse de esa manera, el no poder ser su soporte en éstos momentos, el no poder estar para él cuando lo necesitaba.

- Gulf, necesitas comer más, solo has dado dos cucharadas a tu comida.

- No tengo hambre.

Mew soltó un suspiro. Puso sus manos en los cachetes del fotógrafo haciendo que mirara a dónde estaba él, logrando a sí su objetivo.

- Gulf, necesito que hables conmigo, que te desahogue. Dime lo que piensas. No te lo guardes. - Sin poder retenerlo lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas.

- Yo.. - Trató de buscar las palabras, pero su voz no quería salir. - Yo... me siento mal por no estar para mí amigo, por no estar en esta situación para él, por no ser su porte. - Rompió en llanto.

Mew puso una mirada triste, sintiéndose mal por los pensamientos de su novio.

- Escúchame, el que no estés con él en estos momentos no es porque no quieras o porque no puedas, es simplemente porque él así lo prefirió. Con esto no estoy diciendo que no te quiera o que no te tiene confianza, estoy diciendo que todos lo humanos somos diferentes por lo tanto todos tenemos nuestra manera de sobrellevar las cosas y las situaciones. Quizás él solo quiere estar solo para poder pensar con claridad las cosas y poder tranquilizarse solo. Cuando se sienta listo y tenga todo claro, vendrá y hablará contigo y podrás ser su apoyo.

Asentí aún llorando. Él entendía el punto que le estaba dando su novio pero ahora se sentía mal porque a pesar de escuchar todas esas verdades, el nudo que sentía en su pecho no se iba.

- Tengo miedo de perderlo.

Fue lo último que dijo antes de que Mew lo abrazara. Lloró toda la noche en su pecho.

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- Necesito que me des la dirección.

- ¿Para qué?

- Es tú amigo también, ¿No te sientes ansioso por saber por lo menos si está bien? - Mild soltó un suspiro y bajó la mirada. - ¿Has ido a verlo y preguntarle? - Mild negó apenado.

- Yo, tengo tanta rabia que lo menos que haría sería hablarle.

- Lo entiendo, por eso te pido que me des la dirección y yo hablo con él.

- Está bien, pero solo te pido que no le digas a Gulf. No sé lo que haría. - Está vez subió la mirada viéndolo suplicante. Mild sabía lo que podría pasar. Desde que su hermano murió, Gulf dejó de ser quién era, sabía que sí otro de sus amigos resultaba herido Gulf no dudaría de dejar inconsciente al culpable.

- Lo siento Mild, no puedo prometerte eso. Solo te prometo que Gulf no será violento ni hará algo que lo afecte, no te preocupes.

A Mild solo le tocó confiar en sus palabras. Sí Mew estaba con Gulf nada malo pasaría, o eso creía.

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Habían llegado al sitio indicado por Mild. Gulf se sentía ansioso, tenía tantas ganas de romperle la cara pero le había prometido a Mew controlarse y actuar civilizadamente por mucho que le costara.

Se bajaron del auto y entraron a la gran empresa. Pues resulta que el famoso Zee era vicepresidente de una gran compañía de su ciudad. Gulf estaba tan curioso por saber cómo Saint conoció a ese hombre.

Llegaron hasta la recepción donde estaba una joven atendiendo ahí. Gulf iba a tomar la palabra pero Mew se le adelantó.

- Buenas tardes, ¿Se encuentra el sr. Zee?

La chica levantó la mirada de la pantalla que se encontraba ahí, mirando a Mew sorprendida. Al parecer había reconocido al modelo. Un sonrojo se asomó en su cara.

- El vicepresidente se encuentra en su oficina. ¿Ti-tienen cita?

- No, lo sentimos, ¿pero podría llamarlo? Y decirle que somos amigos de Saint, por favor. - Sonrió ampliamente dejando ver su hermosa encía.

- Cla-claro. - La recepcionista agarró el teléfono y empezó a hablar por ahí, comunicando así lo que Mew le dijo anteriormente, seguidamente asintió y colgó. - Pueden pasar. Piso 15. La secretaria del vicepresidente les hará saber su oficina. - Hizo una reverencia despidiéndose de los individuos.

Llegaron al piso indicado. Tal y como dijo la recepcionista, al salir del ascensor la secretaria de Zee los recibió y los llevó hasta la oficina y una vez que escucharon el "pasen" del jefe de la joven la secretaria se retiró y ellos entraron. Zee estaba en sus papeles, leyendo y firmando éstos mismo.

- Tomen asiento, por favor. - Zee los miró y señaló los pequeños muebles individuales que se encontraba frente a su escritorio. Dejó sus papeles a un lado. - ¿Quieren algo de beber?

- No. - dijo arisco Gulf. La verdad no quería recibir nada de parte de él. Solo respuestas a sus preguntas. Mew tomó la mano de Gulf.

Los chicos tomaron asiento en donde anteriormente Zee había señalado.

- Vinimos solo para preguntar si sabes dónde está Saint, ha pasado una semana que no sabemos de él. - La expresión de Zee cambió a una de alguien preocupado y triste.

- Saint está en el hospital. - Zee bajó la mirada. - Está fuera de preligro, pero aún no le han dado de alta. Sus padres lo están cuidando.

Gulf frunció su ceño. - ¿Cómo? ¿En el hospital? ¿Cómo sucedió eso? ¿Y porqué tú lo sabes? ¿Por qué no me llamó? - Gulf no resistió y rompió en llanto. Mew sobó su espalda para tranquilizarlo.

- Es una larga historia, te lo contaría pero no soy el indicado para hacerlo. Sí me permiten los puedo llevar allá.

Mew asintió estando de acuerdo en que lo llevarán allá. Todo se levantaron de sus asientos y caminaron a la salida.

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