Capítulo nueve: Situaciones de presión
Lucas:
De primera instancia quiero romperle la bandeja con carne en la cara del estúpido que hay delante de mí. Y dedo poner mucha fuerza de voluntad para no hacerlo, tengo cuentas pendientes con él. No he olvidado lo que pasó en Black Bridge hace menos de una semana, ni mucho menos lo que investigué sobre él. Si tiene huevos y quiere conservarlos más le vale irse por el mismo camino que llegó. Estoy teniendo una conversación privada con una chica a la que más de uno le costaría sacarle palabras de la boca y lo estaba logrando de una forma tan poco enrevesada que hasta a mí me cuesta creer que haya sido de esa manera.
Él lo pondrá todo más difícil, con su sonrisa perfecta y su cara de idiota sin remedio. Me pregunto si todas las personas como él tendrán fisonomías tan falsas igual a la que presenta. Luce como una persona sana cuando en realidad es un cerdo del diablo, el tipo más peligroso del universo. Me da curiosidad por saber cuánto más va a pasar para que deje caer su máscara. Dione Hastings y Kiara no van a estar cerca de él cuando eso suceda, esas chicas no tienen por qué vivir algo tan traumático como cinco minutos con este lunático del demonio. Yo no pienso permitir eso en mi vida.
Tengo intención de hacer variar el plan de Frank para uno que sea un tanto más asequible y realista. Decirle a esta mujer que encontré sus historias en Wattpad y que me pasé gran parte de la madrugada riéndome de su poca habilidad sexual está sobrevalorado. Es capaz de cerrarse la cuenta y no salir más de la habitación de su escuela a menos que su padre vuelva a venir. Mejor pedirle que me recomiende novelas que puedan ser de mi agrado. Me haré de valor y las leeré por completo hasta tener un tema de conversación con ella y así mantenerla alejada de ese bastardo del diablo. No quiero que renuncie a escribir si le gusta, yo no soy nadie para prohibirle desempeñarse en algo que le llama la atención, solo quiero alejarla de un tipo peligroso sin que se dé cuenta.
El tipo cae en la silla que hay frente a mí. Aprieto los puños pidiéndole al cielo que me dé fuerzas para no abalanzarme y romperle cada uno de los dientes a este hijo de puta farsante. Preciso contenerme, el costado todavía me está doliendo, más después de ese ejercicio de emergencia imprevisto que me hizo perder la oportunidad de dormir, estoy acostumbrado, pero sigue siendo molesto. No hago nada solo apretar mi tenedor como si pudiera clavárselo en la garganta a Jairo Manson quien ahora está sonriendo en dirección a Dione Hastings. El costado todavía me duele, aunque menos que antes, eso no quitará que le reviente cada una de las fibras de su cuerpo a este sujeto del diablo.
Ya me la desquitaré la próxima vez que vaya a Black Bridge. Nadie se ha burlado de mí y ha vivido para contarlo. Él no va a ser el primero en conseguirlo.
─¿Te molesta si me uno? ─pregunta observándome con esa veta de malicia en sus ojos.
─Sí, me molesta y bastante ─comento en el mismo tono afable que usó.
Presiono el tenedor de manera dolorosa en mi mano. Mis ojos se desplazan hasta la chica que nos acompaña. Ha dejado utensilio dentro del plato de comida y está con las manos bajo la mesa, además de presentar el rostro más triste del universo. Me duele verla así de asustada, ella no se topaba de esa manera antes de que él llegara. Un motivo más para abrirle las arterias con mi tenedor. Ya comenzó a hacer daño.
─No te preguntaba a ti, amigo ─contrataca dedicándome una mirada gélida─, sino a tu inmerecidamente buena compañía.
Dione alza los ojos una fracción de segundo para otra vez bajarlo. No hay que ser un genio para darse cuenta de que está temblando. ¿Cuánto daño puede ejercer un ser humano en otro? Ella parece un carnerito a punto de ser llevado al matadero, tan aterrorizada que no se da cuenta que ese idiota le está coqueteando frente a sus narices y que yo estoy aquí para protegerla de ese imbécil.
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Estrías para tu belleza [✓]
Novela Juvenil|Historia +18| «Entre dos chicos peligrosos, ¿a cuál debería creerle?». Cuando te pasas la vida oyendo a los demás decirte, gordita, vaca, obesa y otros calificativos, estos poco a poco van desplazando a tu nombre. Ya no eres tú, eres tu peso. ©Esta...