Estrías para tu belleza [✓]

Capítulo Trece:

Capítulo Trece: ¿Qué significó para ti?

Dione:

Miro el reloj de la pared y agito a la vez mi pierna. Ya solo faltan cinco minutos para que esta infernal semana acabe. La última materia fue Religión por un reajuste que se hizo en el horario. Creía que iba a tener esta hora libre, de ser así me habría sido fácil escapar ─como lo he hecho todos los días anteriores─ tanto de Frank, como de Lucas y principalmente de Jairo, aunque también un poco de mi mejor amiga. No he querido hablar con nadie ni saber de ninguna persona. Eso me va ha evitado dar explicaciones de cualquier tipo.

Para mi suerte esta semana Barbie no se ha atrevido a molestarme. Tampoco es que le haya dado la oportunidad ya que apenas sonaba la campana de final de clase corría ─de forma textual─ escaleras arriba y me encerraba en la habitación con la música a volúmenes descomunales. A veces sentía que alguien me llamaba, pero como tenía el seguro puesto les era imposible entrar. La ventana fue un poco más difícil, lo logré gracias a un video que encontré en internet.

Adelanté mucho con la mayoría de las materias y el miércoles comenzaron los exámenes justo con Historia. Las notas las publican hoy en la tarde. Supongo que ya estarán en el mural de la escuela, pero las veré en la noche.

Tengo claro que nadie se quedará en el colegio porque hoy hay un evento patrocinado por la iglesia en el pueblo. Tengo entendido que van a dar hasta premios por diversos concursos. No poseo ganas de ir a ningún lugar, hay mucho que estudiar. Hoy tuvimos el examen de Física y estoy agotada porque ayer no dormí casi repasando. Odio la Física con toda mi alma, es una asignatura fundamental este curso. La suerte es que no la tendré que dar nunca más ya que no va a prueba de fin de curso. Tenía que salir lo mejor posible si deseaba conservar un buen promedio.

Del concurso del Medio Ambiente no sé nada. El jurado está debatiendo diversos proyectos, aunque la hermana Sonia tiene mucha fe en el nuestro. No estoy nerviosa ni preocupada por eso, hay más por lo que estresarme.

Estoy en un punto en el que casi no como por estudiar y mi período, para variar, ha decidido retenerse, pero darme esos dolores infernales que me anuncian que está listo para caer en el minuto que menos lo necesite.

Cierro mis ojos dos segundos esperando a que el tiempo pase más rápido. Solo en esta escuela después de un examen deciden recuperar las asignaturas perdidas durante el tiempo de la prueba luego del horario de clases.

Sus labios están fríos como la noche, quizás más y apenas mi boca queda junto con la suya puedo sentir el sabor metálico de la sangre que emana de alguna de sus cortaduras. Aprecio en mi rodilla derecha una leve presión que asumo sea su mano. El corazón se me ha paralizado y creo que todo el bombeo de sangre se ha cortado porque soy incapaz de moverme para alejarme.

Entreabro mi boca con el mayor de los cuidados sintiendo como él se demora unos segundos ─que me lucen eternos─ en acoplarse a mí.

«¿Qué hago?»

«¿Debo mover mi boca o dejarla estática para que él haga el trabajo?»

Estoy aterrorizada, soy incapaz de cortar esto. Se está bien, se siente muy bien ¡y no es para nada antihigiénico como creí que sería un beso! ¡Santo cielo! ¡Yo, Dione Hastings, estoy teniendo mi primer beso aquí, justo ahora! ¡Alguien le está quitando la virginidad a mi boca!

Jairo comienza a succionar con delicadez sobre mí en lo que una tímida lengua trata de entrar. ¡No! No estoy lista para ello, por lo que retiro la mía hacia atrás como acto reflejo. Solo ahí me doy cuenta que no me he movido ni un milímetro. Quizás deba imitar sus gestos. Con un poco de premura me apresuro a absorber su boca. ¡Dios, me debo ver ridícula ahora mismo! ¿Por qué tengo los ojos cerrados?