Capítulo Veinticinco:

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Capítulo Veinticinco: Error

Dione:

El auto frena en la misma entrada de la escuela, pero no atraviesa la reja principal.

Nunca más en mi vida vuelvo a beber porque esto se siente fatal.

Lucas me llevó a tomarme un café después de estar una hora a la mitad del camino vomitando. Jamás había probado siquiera el alcohol y no pensé que con cervezas me fuera a embriagar de la manera en que creo que lo hice. Si perder toda la vergüenza, reírme por todo y tener esa sensación de cosquillas dentro del cuerpo no es estar ebria entonces prefiero morirme sin saber qué se siente estarlo.

Wattpad ha estado mintiéndome este tiempo, la cerveza no tiene mal sabor a la primera. Es un poco fuerte, pero el tofu es peor. En la parte, en la que puedo emborracharme fácil, sí que no me engañaron ya que de verdad que me puse ebria. Ni siquiera tengo ganas de subir las escaleras de mi habitación. Creo que mañana voy a estar durmiendo hasta las 11:00 probablemente.

El estómago me lo siento como una laguna y la cabeza me duele un poco, además de que el paladar está inundado por un sabor raro.

«No es un sabor raro, es sabor a Lucas Hall».

No puedo imaginar algo más vergonzoso que haber besado a ese chico. ¡¿En qué mierda estaba pensando?! Tengo que haber perdido los papeles. Hay que ver lo que el alcohol le hace a la vergüenza.

No pienso hablarle nunca más a Lucas y ni siquiera le he dicho la idea que tengo en mente. Me pasé demasiado, pero no fue solo mi culpa, él no debió incitarme a tomar y... ¡¿a quién quero engañar echándole la culpa a alguien que tiene costumbre alcohólica?! No puedo ni verle la cara sin recordar lo que pasó. ¡¿Por qué no paró?! Recuerdo bien que le dijo a Barbie que no saldría con nadie y menos conmigo. Soy asquerosa y así todo siguió el beso.

Decidido, hasta que yo no termine la preparatoria no voy a salir de mi cuarto a nada. Iré a las clases y mantendré mis magnificas notas porque Princeton puede retirar su beca y es lo último que preciso. Esta semana debe llegar la respuesta del concurso y deben darnos una fecha para la ponencia.

Siento a Lucas suspirar. Si bajo más la cabeza la voy a meter entre las piernas. No solo lo besé, le dije que iba a comparar los besos que me di con Jairo, lo hice verme vomitar, comprar café y traerme, sino que no cumplí mi objetivo principal. Al menos no llamé a mi amigo para decirle locuras.

La realidad dista mucho de lo que describen las aplicaciones para lectores. Las fiestas son más aburridas de lo que pensé y la gente no está pendiente a ti, eso fue lo mejorcito. En cambio, besar a Lucas sí que no me lo esperaba.

Se supone que le diga algo como una disculpa o una palabra de vergüenza, pero no me sale nada. Por lo menos mi lengua se sabe quedar dentro de mi boca porque últimamente soy una zorra de marca mayor. Tengo que volver a ser la de antes, la chica que no se mezclaba con nadie porque ellos dos, Jairo y Lucas, sacan lo peor de mí. En tiempo normal jamás me habría embriagado siquiera ni salido después de las 20:00 de la escuela. Ellos me hacen volverme alguien que no soy y eso tiene que parar de una vez.

─¿Cómo te sientes? ─rompe el silencio incómodo que ya se había instaurado entre nosotros haciendo que meta uno de mis cabellos detrás de mi oreja. La punta de estos se llenó de vómito cuando eché la cabeza hacia adelante.

─Bien, supongo.

Además de humillada, avergonzada, apenada y desvergonzada estoy perfecta. ¡Joder! Lo acabo de besar, ¿Cómo demonios voy a estar?

Será mejor que entre yo sola caminando y no lo vea nunca más. Que cada quien resuelva sus asuntos de la forma que pueda, me voy a encargar de tratar de borrar este día de mi cabeza. Necesito que todo vuelva a ser igual que en septiembre. Hacer como las computadoras y regresar a la última versión que fue segura.

Estrías para tu belleza  [✓] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora