"Hay una estrella que nos une por encima de las almas comunes."|𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸.

Capitulo 8

El resto del último trimestre transcurrió bajo un sol radiante y abrasador. Hogwarts había vuelto a la normalidad, con sólo unas pequeñas diferencias: las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras se habían suspendido y Lucius Malfoy había sido expulsado del consejo escolar, cosa que a Draco le habia molestado, o más bien irritado.

Pronto habia llegado el momento de volver a casa en el expreso de Hogwarts.

...

La oscuridad y el dolor se apropiaron de la mansión Riddle, hogar tan apreciado para Adhara, cuando regreso despúes de haber finalizado su segundo curso en Hogwarts, creyo vagamente que su situación con el tiempo mejoraria, pero desafortunadamente no fue asi.

Habian enviado una carta desde el Hospital San Mungo, informando sobre la lamentable noticia, su madre habia fallecido, y para ponerlos en contexto, siquiera habian dado una explicación de ello.

La necesidad de tenerla a su lado, de poder darle un ultimo brazo, beso o simplemente escuchar su voz una vez más, la consumian por completo.

Vestida de negro, veía a traves de las ventas las delicadas gotas de lluvia deslizandose pesadamente sobre los ventanales, el cielo de un tono grisaceo sin vida alguna, el enorme jardín al cual visitaba a escondidas de su propia madre, perdiendo su color con una mezcla de tristeza y abrumación.

En tan solo unos instantes lo habia perdido todo, se suponia que ahora mismo ya no tendria algo por lo cual luchar, sin previo aviso se enfrento a lo que más temia, el de perder lo unico que le quedaba por lo cual sonreía.

Pero una mejor opción ante ello era recobrar el sentimiento, y soltar todo el sufrimiento.

Perpleja mirando directamente a lo que una vez fue, el hermoso jardín de su hogar, fue sacada de sus pensamientos cuando la puerta de su habitacíon chirrio, siendo golpeada suavemente, a penas y se escucho: "Adhara, quiero que sepas que te daremos todo el tiempo que necesites, mi padre y yo te estaremos esperando en la planta baja, no olvides que siempre estare allí, para ti."

Adhara salio de su trance, pasando sus delgados dedos por las arqueadas pestañas mojadas y tomo su baul con todas sus pertenencias dentro, ahora que su madre ya no estaba y no tenia otro familiar cercano a parte de la familia Malfoy, opto por mudarse junto a ellos, al menos hasta que las cosas mejorasen, segun ella.

Bajo delicadamente los escalones de la mansión, con cuidado de no tropezar, allí estaba Lucius Malfoy, acompañado de su unico hijo, Draco, a penas este le vio camino hacia las escaleras tomando su baul, cargandolo en su lugar. El señor Malfoy en esta ocasion no portaba esa mirada arrogante y egocentrica que tanto le caracterizaba, no tenia expresión alguna en el rostro, conocia a la madre de Adhara hace ya varios años, era muy a pegada a su esposa, Narcissa, era evidente que ambos lamentaban la tan irreparable perdida.

El camino hacia la mansión Malfoy fue tranquilo, Adhara veía los arbustos del lugar, lo mejor para ella era que la mansión se encontraba muy apartada de todo y de todos, desde su perspectiva estando con Narcissa se sentia más segura, sin dudas la consideraba como a una segunda, era lo más cercano que tenia de una. Por otra parte, desde la perspectiva de Draco, este esperaba a que en cierta ocasión pudiese hablar con su mejor amiga, Draco amaba a su madre y entendia lo dificil que debia de ser para Adhara haber perdido a la suya.

Cuando llegaron a su destino, Lucius se encargo de que los elfos domésticos llevasen las pertenencias de Adhara hasta su habitación, la que habia sido asignada para ella desde ese momento en adelante.