Todos se levantaron tarde el 26 de diciembre. La sala común de Slytherin se encontraba más silenciosa de lo que había estado últimamente, y muchos bostezos salpicaban las desganadas conversaciones.
Adhara.
Cuando finalmente suena el último timbre a través del castillo, la clase se disuelve en el caos. Cierro de golpe mi libro de texto, meto mis cosas en mi maletin, me levanto y salgo del salón rápidamente, zambulléndome en la refriega para llegar a tiempo a la sala comun. A lo largo del corredor principal hay alumnos sobreexcitados -seguro aun por el baile- saliendo en tropel por las puertas, para unirse a la delgada corriente de gente: me chocan y golpean hombros, codos, mochilas y pies… logro llegar a una escalera, luego a la siguiente y finalmente llego, frente al muro de piedra. Murmuro lo que para todos los Slytherin es, la clave de acceso para entrar a nuestra sala comun.
Supongo que me veo a mi misma más relajada cuando logro ver una cabeza rubia platina cerca de las mesas, aún falta bastante para la segunda prueba, pero me parece efectivo el que resuelva el enigma del huevo desde YA.
Como no sabía cuánto tiempo tendría que estar bañándome para desentrañar el enigma del huevo de oro, decidi hacerlo de noche, cuando podría tomarme todo el tiempo que quisiera. Aunque no me hacía gracia aceptar más favores de Cedric, decidi también utilizar el cuarto de baño de los prefectos, porque muy pocos tenían acceso a él y era mucho menos probable que me molestaran allí.
El jueves por la noche fui furtivamente a la habitación de Draco, volvi a bajar la escalera junto a el y, exactamente como había hecho una vez hace mucho tiempo, espere a que abriera el muro de piedra.
En aquella ocasión resultaba difícil moverse junto a Draco con el pesado huevo en un brazo. Pero los corredores estaban iluminados por la luz de la luna, vacíos y en silencio, cuando llegue a la estatua de Boris el Desconcertado —un mago con pinta de andar perdido, con los guantes colocados al revés, el derecho en la mano izquierda y viceversa— localize la puerta, me acerque a ella y, tal como me había indicado Cedric, susurre la contraseña:
—«Frescura de pino.»
La puerta chirrió al abrirse, me deslize por ella, eche el cerrojo después de entrar y, mirando a mi alrededor, deje entrar a Draco.
Mi reacción inmediata fue pensar que merecía la pena llegar a ser prefecta sólo para poder utilizar aquel baño, y tal vez lo consiga, puesto que se asigna a los estudiantes más inteligentes para que ocupen ese lugar. Estaba suavemente iluminado por una espléndida araña llena de velas, y todo era de mármol blanco, incluyendo lo que parecía una piscina vacía de forma rectangular, en el centro de la habitación. Por los bordes de la piscina había unos cien grifos de oro, cada uno de los cuales tenía en la llave una joya de diferente color. Había asimismo un trampolín, y de las ventanas colgaban largas cortinas de lino blanco. En un rincón vi un montón de toallas blancas muy mullidas, y en la pared un único cuadro con marco dorado que representaba una sirena rubia profundamente dormida sobre una roca; el largo pelo, que le caía sobre el rostro, se agitaba cada vez que resoplaba.
- Bueno, no esta tan mal. - repuso Draco, dejando el huevo a un lado.
Me quite la bata, el pijama, las zapatillas, y me meti en el agua, el hizo lo mismo, solo que estaba del otro lado viendome con los ojos entrecerrados. El agua era tan profunda que apenas llegaba con los pies al fondo, alargue los brazos, levante el huevo con las manos húmedas y lo abri. Los gemidos estridentes llenaron el cuarto de baño, reverberando en los muros de mármol, pero sonaban tan incomprensibles como siempre, si no más debido al eco. Volvi a cerrarlo entregandoselo a Draco, preocupada porque el sonido pudiera atraer a Filch y preguntándome si no sería eso precisamente lo que había pretendido Cedric, despues de todo, ya no estabamos juntos. Y entonces alguien habló y sobresaltó a Draco hasta tal punto de dejar caer el huevo, el cual rodó estrepitosamente por el suelo del baño.
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"Hay una estrella que nos une por encima de las almas comunes."|𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸.
FanfictionAl igual que un pájaro de origami, Draco Malfoy es frágil e incapaz de volar libremente. Eso es hasta que su pequeño pájaro de papel aterriza accidentalmente en las palmas de Adhara Riddle.