Segunda prueba.

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La noche precedente a la segunda prueba, Adhara se sintió como atrapada en una pesadilla, le pregunto a su mismo reflejo si había correcto haber recibido aquel obsequio; no era para que la gente la malinterpretara, pero el hecho de que pertenecía a la casa de Slytherin no significaba que todo el tiempo estuviese haciendo trampa. Observo detenidamente la medallita que colgaba de su cuello y se repitió a si misma que al fin y al cabo no era tan malo después de todo, en la anterior prueba a los demás participantes se les había brindado ayuda, A TODOS, ahora era el momento de recibirla de manera aparte.

La sala común se fue vaciando poco a poco. No paraban de desearle suerte para la mañana siguiente con voces tan alegres y confiadas como la de Draco, a quien no había visto en todo el día: todos parecían convencidos de que estaba a punto de llevar a cabo otra sorprendente actuación como la de la primera prueba.

Adhara.. debes despertar.

¿Crees que despierte si le echamos un balde de agua fría? ¡Auch! Era broma..

¡Deja de chillar Zabini!.. ¡No, no la muevas! 

- ¡Debo moverla para que despierte!

Abrió los ojos, estaba en su habitación y había miradas burlonas y angustiadas por todas partes. Se incorporó y se colocó bien el cabello, parpadeando ante la brillante luz del día.

- ¿Qué..

¡Tienes que darse prisa! —chilló Pansy—. La segunda prueba comienza dentro de media hora.

¿Media hora? —repitió Adhara con voz ronca—. ¿Treinta...treinta minutos?

Miró su reloj. Pansy tenía razón: eran las nueve en punto. Un enorme peso muerto le cayó del pecho al estómago, estaba tan concentrada en la hora que ni siquiera había tomado en cuenta a los demás.

¡Aprisa! —la apremió Pansy, tirándole de la manga mientras la metía en el cuarto de baño—. ¡Se supone que tienes que bajar al lago con los otros campeones!

Adhara se apresuro a alistarse, por unos breves segundos lucia descuidada, empezó con remojar su rostro.

- ¿Dónde esta Draco? - pregunto confundida mientras se colocaba una túnica sobre el traje de baño una vez salida del cuarto.

Pansy no supo que responder, negó.

Las gradas, llenas a rebosar, se reflejaban en el agua. El eco de la algarabía de la emocionada multitud se propagaba de forma extraña por la superficie del agua y llegaba hasta la orilla por la que Harry corría a toda velocidad hacia el tribunal, que estaba sentado en el borde del lago a una mesa cubierta con tela dorada.

Cedric, Fleur, Adhara y Krum se hallaban junto a la mesa, y lo observaban acercarse, al parecer Harry había demorado mucho más que la pelinegra.

Estoy... aquí... —dijo sin aliento Harry, que patinó en el barro al tratar de detenerse en seco y salpicó sin querer la túnica de Fleur.

Madame Maxine y Karkarov volvieron hacia el con una mirada desdeñosa, al parecer habían pensado que el pobre chico nunca llegaría.

Bagman le dio un apretón en el hombro y volvió a la mesa del tribunal. Apuntó a la garganta con la varita como había hecho en los Mundiales, dijo «¡Sonorus!», y su voz retumbó por las oscuras aguas hasta las tribunas.

Bien, todos los campeones están listos para la segunda prueba, que comenzará cuando suene el silbato. Disponen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno... dos... ¡tres!

"Hay una estrella que nos une por encima de las almas comunes."|𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora