Adhara había pasado por mucho a tan corta edad, pero no es como si el mundo se fuese a acabar.
La misma noche en la que ambos habían decidido terminar bajo la tenue y brillante luz de la luna, Adhara fue hasta la puerta de Draco otra vez, pero esta vez dudando si lo más correcto seria entrar, tocar o desaparecer.
No lloro cuando lo hizo, solo poso su cabeza en el hombro de Draco, quien hizo un esfuerzo de hacerla entender que esa era la mejor opción mientras sobaba su espalda.
Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes, Adhara ignoro la mirada de el resto de los estudiantes, comúnmente de los Hufflepuff's que cuchicheaban entre si que la culpa había sido de ella, Cedric nunca llego a decirle algo a alguien, aun así la gente dejo de verlos juntos, las sospechas crecieron y al mismo tiempo finalizaron cuando Hannah Abbott habia ido de soplona y le había contado a todos los sucesos que habían pasado entre los dos.
Esto enfureció a Draco, ahora todos veían a Adhara como una maldita zorra desleal, puesto que para la mayoría de chicas -lo que había hecho Adhara- no lo haría nadie en su sano juicio o incluso fuera de quicio.
—Tú sabes por qué Snape está de tan mal humor, ¿verdad? —dijo Pansy a Adhara, mientras observaban cómo Draco aventaba por las escaleras a un estudiante de segundo curso
—Sí —respondió Adhara—. Por el profesor Moody.
Era comúnmente sabido que Snape ansiaba el puesto de profesor de Artes Oscuras, y era el cuarto año consecutivo que se le escapaba de las manos. Snape había odiado a los anteriores titulares de la asignatura y nunca se había esforzado en disimularlo. No obstante, parecía especialmente cauteloso a la hora de mostrar cualquier indicio patente de animosidad contra Ojoloco Moody.
Desde luego, cada vez que Adhara los veía juntos (a la hora de las comidas, o cuando coincidían en los corredores), se llevaba la clara impresión de que Snape rehuía los ojos de Moody, tanto el mágico como el normal.
- ¿Estas segura de que estas bien? Ad, ya han pasado varios días...
- Estoy bien, estoy feliz, ¿Y sabes? según mi horario ahora mismo nos toca Defensa contra las artes oscuras dada por el profesor Moddy, así que hay que apurarnos. - se levanto de la mesa recogiendo sus pergaminos y libros, que inmediatamente se desplomaron en el suelo, soltó una risa nerviosa y los recogió para salir.
Saco ejemplares de Disipar las nieblas del futuro y volvió con ellos a la sala común, encontró una mesa libre y se puso a trabajar en las predicciones para el mes siguiente. Al cabo de una hora había hecho bastantes progresos, pero aunque la mesa estaba abarrotada de trozos de pergaminos llenos de cuentas y símbolos, el moreno a su lado, se quejaba todo el tiempo.
—No tengo ni idea de qué significa todo esto —declaró Zabini, observando una larga lista de cálculos.
Los profesores estaban mandando trabajos muy pesados, tal vez porque el torneo de los tres magos irrumpiría muchas clases y esa era la forma adelanta de como recupararlas., pero hasta Hagrid los cargaba con un montón de trabajo.
Los escregutos de cola explosiva crecían a un ritmo sorprendente aunque nadie había descubierto todavía qué comían. Hagrid estaba encantado y, como parte del proyecto, les sugirió ir a la cabaña una tarde de cada dos para observar los escregutos y tomar notas sobre su extraordinario comportamiento.
—No lo haré —se negó rotundamente Malfoy cuando Hagrid les propuso aquello con el aire de un Papá Noel que sacara de su saco un nuevo juguete—. Ya tengo bastante con ver esos bichos durante las clases, gracias.
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"Hay una estrella que nos une por encima de las almas comunes."|𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸.
FanfictionAl igual que un pájaro de origami, Draco Malfoy es frágil e incapaz de volar libremente. Eso es hasta que su pequeño pájaro de papel aterriza accidentalmente en las palmas de Adhara Riddle.