"Hay una estrella que nos une por encima de las almas comunes."|𝕯𝖗𝖆𝖈𝖔 𝕸.

Capitulo 23

Al dia siguiente, sabado, Adhara habia bajado a desayunar, despues de ello volveria a las mazmorras para completar la tarea de transformaciones, pero sus planes se vieron irrumpidos cuando un fornido cuerpo choco contra el fragil de ella.

- ¿Esta usted bien?. - Viktor Krum se encontraba frente a ella, pero no era el con quien se habia chocado exactamente, si no con su director, Igor Karkarov.

- Oh Adhara..

Cuando Krum menciono su nombre, de repente Karkarov se quedó como helado, miro a Adhara y dejó los ojos fijos en ella, como si no pudiera creer lo que veía. Detrás de su director, también se detuvieron los alumnos de Durmstrang. Muy lentamente, los ojos de Karkarov fueron ascendiendo por el rostro de Adhara hasta su antebrazo.

—Sí Igor, es Adhara Riddle —dijo desde detrás de ellos una voz fria.

El profesor Karkarov se dio la vuelta. El profesor Snape estaba allí, ante los ojos de Adhara, Karkarov palideció y le dirigió a Adhara una mirada terrible, mezcla de furia y miedo.

—¿¡Ella!? —exclamó, mirando a Snape como si no diera crédito a sus ojos.

—Sí, ella. —contestó Snape muy serio—. Y, a no ser que tengas algo que decirle a la señorita Riddle, Karkarov, deberías salir. Estás obstruyendo su paso y el de los demás.

Era cierto. La mitad de los alumnos que había en el Gran Comedor aguardaban tras ellos, y se ponían de puntillas para ver qué era lo que ocasionaba el atasco.
Sin pronunciar otra palabra, el profesor Karkarov salió con sus alumnos. Snape clavó los ojos en su espalda y, con un gesto de intenso desagrado, lo siguió con la vista hasta que se alejó.

Adhara entro al gran comedor, no era sorpresa para ella que los murmullos sobre quienes habían echado su nombre en el cáliz de fuego, fuese lo único que se escuchase.

Habían cambiado la decoración del Gran Comedor. Como era Halloween, una nube de murciélagos vivos revoloteaba por el techo encantado mientras cientos de calabazas lanzaban macabras sonrisas desde cada rincón. Se encamino hacia la mesa de Slytherin, al otro lado estaban Dean y Seamus,  que hablaban sobre los estudiantes de Hogwarts que tenían diecisiete años o más y que podrían intentar participar.

—Corre por ahí el rumor de que Warrington se ha levantado temprano para echar el pergamino con su nombre —le dijo Dean a Harry—. Sí, hombre, ese tío grande de Slytherin que parece un oso perezoso...

Harry, que se había enfrentado a Warrington en quidditch, movió la cabeza en señal de disgusto.

—¡Espero que no tengamos de campeón a nadie de Slytherin!

—Y los de Hufflepuff hablan todos de Diggory —comentó Seamus con desdén—. Pero no creo que quiera arriesgarse a perder su belleza.

Adhara dio un respingo al escuchar su nombre, se acerco al de Gryffindor con petulancia, aun intentando sonar educada le dijo:

- Buen día, Seamues, veras, he notado de lo que has estado hablando y..¿Viste si Cedric Diggory coloco su nombre en el caliz ya? -

Seamus alzo su mirada, con las mejillas sonrosadas, empezó a titubear, pero mucho antes de que pudiera hablar, se escucho a alguien hablar.

—¡Escuchen! —dijo Hermione repentinamente.

En el vestíbulo estaban lanzando vítores. Se volvieron todos en sus asientos y vieron entrar en el Gran Comedor, sonriendo entusiasmado, a Cedric Diggory, que estaba siendo empujado por sus compañeros, antes de que Adhara pudiera haber hecho algo..