En mis sueños nuestro amor podrá ser eterno...
MATILDE
Tomo el rostro de Alek en mis manos, sonrío al mirarlos a los ojos.
- Te quiero, esa es la razón por la que no me he ido.
Alek parpadea varios segundos sin creerlo.
- ¿Eso quiere decir que me has perdonado?
Suspiro.
- Aún no es fácil...
Baja su cabeza.
- ¿Sabes? Lo estoy intentado - aquélla respuesta logra que su rostro se ilumine al igual que un rayo de sol.
- Eso me da esperanzas - esboza una sonrisa-. Te he traído algo, espero te gusten.
Alek se levanta de la cama se acerca a la silla en que antes había dejado su saco y toma en sus manos un ramo de rosas azules.
Llego se acerca de nuevo a mí.
- Azules, tal como te gustan - las extiende hacia mí.
Las tomo en mis manos sin que mi nariz ignore el delicioso olor que salen de ellas.
- Akin me hablo de esto.
- ¿De qué hablo Akin? - enarca una ceja.
- De tus intentos por conquistarme.
Alek rueda los ojos.
- No puede mantener su boca cerrada - gruñe por lo bajo.
- Me han gustado, son muy bonitas y huelen muy bien.
Él se quedado observándome, no habíamos tenido un momento para sincerarnos después de perder al bebé.
- Gracias - le robo un beso en la mejilla-. Gracias por intentar que mis días sean mejores después de lo que sucedió.
Alek aleja un mechón de cabello que se interpone en mi rostro, acerca sus labios a los míos y me planta un suave beso.
- ¿Puedo verlo? - pregunta.
- ¿A quién?
- A nuestro hijo - posa su mano en mi vientre y sonríe.
- Aún no se nota mucho, sólo tengo nueve semanas.
- Quiere verlo - sus ojos se tornan brillosos.
Dejo las rosas a un lado de la cama, bajo la sábana y subo mi blusa de dormir para dejar al descubierto mi vientre.
- Esta más o menos por aquí - guio la mano de Alek a exactamente la zona en la que crece el bebé.
Alek sonríe.
- Es maravilloso lo que pueda haber el cuerpo de una mujer, el crear vida dentro de ustedes - palmea mi vientre.
Me ruborizo con aquello, mis mejillas han tomado un color rosa.
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El Imperio del Mafioso
RomanceAlek Kozlov sólo buscaba un heredero para continuar con su imperio en la mafia, aquel era el único problema que le quitaba el sueño por las noches, cuando sus intentos por conseguir una mujer apta para traer al mundo a su hijo se desvanecen como el...