|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧

제 16 장

- ¿Me vuelves a explicar por qué no te habla a no ser que sea por trabajo?

- Porque es un orgulloso que no se disculpará por nada del mundo.  -le respondió el alfa al omega mayor de cabellos negros, ambos estaban en la oficina del segundo ya que el presidente de la compañía había irrumpido para expresar su frustración al ser olímpicamente ignorado por JiMin cada vez que él intentaba entablar una conversación como si nada hubiera pasado-.

- Pero si empezaste tu, no debe ser él el que se disculpe.

- ¡Ya lo sé! Pero...

- Disculpe, señor Min, el asistente del jefe legal está aquí, dice que tiene algo para usted.

- ¿Y ahora que querrá este mocoso? Le he dicho que deje su cortejo  -murmuró gruñón el mayor-.  Si es algo urgente que pase, sino, que lo deje contigo.

- Entendido, señor...  -YoonGi suspiró cuando la conexión se cortó y giró los ojos al escuchar los golpecitos en la puerta-. 

- Adelante...  -TaeHyung entró a la oficina del omega pelinegro cargando un enorme arreglo floral en una mano y unas carpetas en la otra-.  Ay, TaeHyung, te he dicho que....

- No son mías...  -cortó al mayor de la forma más sería pero respetuosa que podía, justo como le había indicado cierto omega rubio-.  Me ofrecí porque se veían muy pesadas para su secretaria  -agregó dejando el arreglo encima del escritorio, dejando al omega con la boca abierta por la sequedad en la cual el menor le estaba hablando, recomponiéndose rápidamente miró las carpetas que eran puestas frente a él en ese momento-.  JiMin me envió porque necesita que firme estos documentos ahora, resulta que el abogado que estaba a cargo olvidó pedírselo.

- Es... Está bien, los leeré y firmaré...

- ¿Puede pedirle a su secretaria que los lleve a mi oficina? 

- Claro...

- Gracias, me retiro  -el castaño realizó una reverencia para ambos presentes y se fue sin mirar atrás, dejando a ambos mayores sorprendidos-.

- Creo que ya no te molestará más...

- ¿Qué?  -YoonGi estaba confundido por el pequeño malestar que se instaló en su pecho debido a la frialdad del asistente y el hecho de que no recibió una de sus típicas sonrisas cuadradas-.  

- Te dije que parece que ya te lo quitaste de encima... Lo más probable es que le guste otra person...

- ¿Podrías cerrar la boca? Y vete, deberías estar arreglando tu situación que estarme molestando mientras trabajo.

- Yo solo dije...

- Vete.

- Bueno, bueno... gruñón  -murmuró el presidente de la empresa al salir de la oficina de su amigo, dejando a un enfurruñado omega leyendo papeles que en realidad no estaba entendiendo e ignorando el enorme arreglo florar que no le importaba por quien era enviado-.

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- ¿Y, cómo te fue? 

- Hyung, eso fue lo más difícil que he hecho...

- Ohh, vamos, apuesto que lo descolocaste y seguro se pregunta por qué no le diste ninguna flor hoy...

- ¿Estas seguro de esto? Es... arriesgado.

- Quien no arriesga, no gana  -responde el rubio sonriendo mientras le acaricia el rostro al menor-.  Ya verás que todo saldrá bien y podremos ser felices...

- ¿Interrumpo?  

Una fuerte, grabe y molesta voz hace que ambos se separen como si se hubieran quemado cuando no estaban haciendo absolutamente nada malo, el abogado acariciaba el rostro de su asistente debido a la ternura que el alfa le provocaba. Pero, si bien no estaban haciendo nada malo, ambos se sintieron incomodos frente al mayor.