제 36 장

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Faltaba solo una semana para navidad y JiMin salía entusiasmado de su oficina, subió hasta la planta del alfa que en ese momento se encontraba como loco junto a su secretaria, mientras él ordenaba todo, la pobre chica corría por todos lados juntando cada expediente y documentación necesaria para la reunión que comenzaría en pocos minutos. Cuando pasó por su lado, la chica saludó al omega con una reverencia antes de contestar el teléfono por donde el alfa le pedía que fuera a una de las bodegas a buscar un documento que hacía falta. 

- Vas a matar a la pobre chica  -murmuró el omega entrando a la oficina en donde el alfa se encontraba sin corbata y saco, con su camisa remangada y botones abiertos-. 

- Ah.. hola amor  -saludó el alfa besando profundamente los labios de su omega-.  ¿Ya vas de salida? 

- Mhm... ¿Aún no estas listo? 

- Es porque por error mandamos unos documentos a donde no debían ir, por eso hemos estado corriendo como locos  -respondió el alfa-.  Mi secretaría ya lloró dos veces porque le grité.

- Pobre chica...

- Sí, pero trataré de darle algo en compensación  -el omega asintió y tomó de los brazos al alfa cuando iba por su tercera vuelta buscando algo-.

- Cariño... Respira ¿Si?  -susurró, poniéndose en puntas para poder besarlo-.  Todo saldrá bien, además es con YoonGi la reunión, todo estará bien.

- Sí, pero también vendrá mi padre, sabes que le gusta estar en la reunión con contaduría. 

- Lo sé, pero tranquilo, lo has hecho bien  -susurró amasando los brazos y hombros del mayor-.  Te esperaré en casa con algo rico ¿Si? 

- ¿Tu trasero? 

- No seas bobo  -rió el omega-.  Ese es el postre.

JungKook sonrió, mucho más calmado al tener al omega liberando su aroma para relajarlo. Le dejó una suave palmada en el trasero antes de volver a besarlo.

- Cualquier cosa será estupendo... Pero si estas muy cansado podemos pedir a domicilio. 

- Tengo que hacer unas compras, así que iré a comprar algo para hacer una comida casera y comer el kimchi que mi madre nos trajo hace unos días. Te esperaré en casa  -volvió a decir antes de besarlo lenta y profundamente a modo de despedida-.  Y deja de hacer sufrir a esa chica, sino te dejará solo y ya verás como te las arreglas sin secretaria a fin de año.

- Le pago mucho, dudo que renuncie. Maneja con cuidado ¿Si?  -murmuró el alfa besándolo castamente, no quería que se fuera-.  Y envíame un mensaje cuando llegues a casa.

- Claro... No vemos en casa  -se despidió con una sonrisa mientras salía de la oficina en donde una agitada chica entraba con unos papeles y se despedía de él-. 

JiMin salió del edificio en camino al entro comercial, en donde iría a retirar la compra que había realizado por internet de un pequeño pino y algunos adornos navideños. Sería la primera navidad al lado del alfa, por lo que quería adornar algo su hogar. Salió cargando todo en un carro y lo puso en cajuela de su propio coche. 

Sin notar que un grupo de ojos lo seguían desde muy cerca.

La próxima parada fue un pequeño supermercado no muy lejos del departamento, entró y compró todo lo necesario para una semana, además de snacks, dulces y bebidas para picotear que tanto les gustaban a ellos. 

Como ultimo destino, el omega dejó una pequeña cafetería que daba hacía un parque, estacionó al otro lado del parque y atravesó este para ir en busca de los chocolate calientes que tanto habían amado él y JungKook un día que simplemente habían salido a pasear sin rumbo fijo, encontrándose con esa pequeña pero cálida cafetería. Compró los chocolates y un pequeño pastel de fresa que se le había antojado. 

|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora