|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧

제 1 장

El avión de JiMin aterrizó pasado las 9 de la mañana y estaba realmente harto, él definitivamente odiaba volar. Primero, en Estados Unidos, estuvo esperando por más de tres horas para despegar debido a problemas en las pistas del aeropuerto, luego estuvo el vuelo de 15 horas y la como guinda del pastel estaba el hecho de que sus maletas estúpidamente habían terminado en otro avión el cual aterrizaría ¡una hora después del suyo!

Ahora tenía que soportar y aguantar todo el tiempo de espera porque su equipaje no lo dejaría por nada del mundo a la deriva, lamentablemente tenia gustos demasiado caros como para perder equipaje con ropa de renombradas marcas, sin contar que se había gastado casi 20 mil dólares en solo las maletas. No no... él se quedaría a esperar su equipaje.

Agradecía enormemente que no le hubiera dicho nada a nadie sobre su regreso, él quería que todo fuera una sorpresa y su madre estaría como loca llamándolo preocupada por su demora si le hubiera avisado, sin contar que sus hermanos lo irían a buscar, lo apresurarían y le generarían mas estrés, no gracias.

Realmente tres años había sido mucho tiempo lejos de casa, de su familia y amigos pero él estaba luchando por ser un buen abogado y lamentablemente el hecho de estudiar durante tres años un doctorado en Harvard era algo importante para su futuro y su reputación. Él no quería colgarse de lo hecho por su padre cuando vivía, no, él no quería tener reconocimiento solo por se hijo del renombrado y difunto abogado Park Eun-Seong, no señor.

Es por eso que se quedó en Norteamérica, allí no era nadie y se hizo de un nombre mientras estudiaba y ganaba un peso en un bufete de abogados importantes e influyentes en Cambridge, era bueno en lo que hacía y lo amaba, amaba ganar y triunfar y amaba la sensación de estar siguiendo su sueño, sueño compartido con su padre, que en donde sea que estuviera, esperaba se sintiera orgullosos de él.

Fue realmente difícil su perdida, su papá no vio cuando terminó la escuela de leyes en como el primero de su clase, ni lo despidió cuando se subió al avión rumbo a un continente desconocido, pero le gustaba creer que a pesar de no estar en carne y hueso siempre lo estaba acompañando como un ángel guardián.

A veces sentía envidia de SeoJoon, su hermano estaba casado y su padre había alcanzado a estar tanto en su boda como en su graduación, estuvo en primera fila aplaudiéndole y sonriendo con orgullo cuando recibió su diploma. Él en cambio aún estaba soltero, aunque meramente porque el hombre que él quería aun no estaba listo para ser suyo, y lamentablemente para los otros tres hermanos era la misma situación, su padre no estaría en el día de sus bodas, aunque si que estuvo en la graduación de HyungSik, al menos el segundo mayor pudo disfrutar eso al igual que Seo. Sería lo mismo y peor aún para ChaeYoung, que desde pequeña había estado imaginando el día que se casara con el hombre que tanto ella como su omega escogieran y ya le había dicho a su padre que debía usar un traje azul para que resaltaran sus ojos, definitivamente sería peor para ella porque el patriarca de los Park jamas llegó a ver a su princesa casada y cumpliendo sus sueños.

JiMin salió de sus pensamientos cuando según en el horario plasmado en una de las pantallas del aeropuerto el avión que traía su equipaje ya había aterrizado, solo debía esperar algunos minutos y por fin podría irse a casa. Sonrió cuando su segundo teléfono sonó, solo a una persona le hablaba por él y hasta es momento había tenido contadas respuestas, aunque aun no comprendía porque su mejor amigo no bloqueaba el numero desconocido que lo acosaba desde hacia dos semanas aproximadamente.

Sacó de su bolso de mano el teléfono en el cual solo tenia un contacto: Jeon JungKook.

~DEJA DE ACOSARME!! LLAMARÉ A LA POLICÍA SI NO PARAS AHORA~

Una pequeña carcajada salió de los labios del rubio.

- ¿Parar? Ay amor, pero si esto está recién empezando -sin responder nada guardó el teléfono y se fue con el porta-maletas hacia las cintas para por fin recoger su equipaje-.