제 8 장

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Cuando llegó la comida JiMin y JungKook habían acabado ya con 4 botellas de soju y se trasladaron a la sala para comer, JiMin bajó las luces y mientras hablaban y comían veían las luces de la ciudad en contraste con el cielo oscuro.

- ¿Me extrañaste cuando estuviste en América?  -JiMin miró confundido a JungKook, claro que lo había extrañado, pero sabía que ya JungKook estaba algo ebrio y por eso tenía los ojos tan brillantes mientras hablaba de temas más sentimentales como el extrañar-. 

- Claro que te extrañé, eres el hombre más importante para mi luego de papá.  -había que destacar, que él también estaba ebrio, después de 12 botellas de soju ¿Quién no?-.

- Pudiste haberme contactado cuando perdiste mi numero, Rosé me lo pudo pedir o habían otras formas, estuvimos un año sin hablarnos, Minie ¿Por qué no me contactaste?

- ¿Por qué no lo hiciste tu?

- Lo hice, estuve ocupado en esa y llamé a tu casa y no había nadie así que dejé un mensaje, luego Anzu me dijo que tu madre había llamado y que ella le dijo que no me daría tu número  -JiMin frunció el ceño frente a eso, su madre adoraba a JungKook, le hubiera dado su numero sin dudarlo-.

- Eso no suena a mi mamá, pero... reconozco que no te contacte a propósito  -JiMin giró el rostro para volver a mirar la ciudad y poder confesar lo que por poco hace, claro que no revelaría mucho, JungKook lo miraba atento a la espera de la razón-. Había pensado en no volver...  -JungKook abrió los ojos y se aclaró la garganta tratando de despejarse de la presión en su pecho-. 

- ¿Para siempre?  -JiMin asintió, él había pensado en darse por vencido antes de que ese loco plan se le ocurriera y lo empezara a poner en marcha-.

- Me iba a alejar de todos por unos años y luego los vendría a ver de vez en cuanto, yo... creía que no podía volver a Corea porque hay algo que me daña aquí, pero... ya me estoy encargando de eso, así que no te preocupes, siento no contactarme.

JungKook notó la sonrisa triste de su mejor amigo ¿Qué cosa lo dañaba? No tenía idea pero sea lo que sea lo ayudaría para que estuviera bien y sobre todo, no se volviera a ir.

- Tengo sueño  -murmuró el azabache cambiando abruptamente de tema mientras se apoyaba en el hombro del mejor-.

- Debes irte a tu casa con tu mujer.

-Déjame dormir aquí, como los viejos tiempos  -balbuceaba ebrio con los ojos cerrados-.

- Entonces vete a la habitación de huéspedes o duerme en el sofá, me iré a la cama  -lo alejó de su hombro y rio cuando el más algo cayó como saco de papa al sofá-.

JiMin limpió lo que más pudo mientras JungKook prácticamente y babeaba sobre su mueble, cansado y mareado lo arropó con una manta y se fue a su cuarto para descansar por fin de un largo día.

~~~~~~

JiMin no sabía que hora era cuando sintió un cuerpo deslizarse dentro de sus mantas y pegarse completamente a él desde la espalda, sintiendo a los segundos uno pesado brazo sobre el hundimiento de su cintura.

- ¿Kook?  -no recibió respuesta alguna, en cambio una nariz fría se pegó a su nuca haciendo que todos los bellos de su cuerpo se erizaran, su miembro comenzara a despertar, el sueño y cansancio se despidieron y todo porque JungKook le estaba haciendo la famosa posicion de cucharita-.

¿Cómo iba a dormir ahora?

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JiMin se despertó solo al otro día en su cama y cuando fue en busca de una botella de agua encontró fruta picada, la cafetera lista para preparar el café y unas pastillas para la resaca junto a una nota.

|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora