제 46 장

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JiMin se sorprendía cada día del tiempo y de lo rápido que este pasaba, a pesar de que parecía solo ayer el día en que había llegado a Corea, ya había pasado un año y dentro de ese periodo de tiempo habían ocurrido tantas cosas, tanto buenas como malas y a pesar de todo era feliz.

Estaba junto al hombre que había amado durante años y era amado devuelta con la misma o más intensidad de parte de este. Aunque para ser más precisos, en ese momento en particular se encontraba sobre el hombre que amaba, a horcajadas mientras se comían la boca, las grandes manos en su trasero en ropa interior. La película olvidada y las copas de vino sobre la mesa del salón. Solo importaban ellos, sus bocas, sus manos y la ropa, y lo muy importante que era para ambos que esto último desapareciera lo más rápido que pudieran. 

Ambos gruñeron cuando el celular del omega sonó sobre la mesa, notificando que alguien lo llamaba.

- Ignóralo  -susurró el alfa sacando su propia camiseta del cuerpo de su novio, lanzándola lejos al tiempo que se inclinaba a besar uno de los pezones erguidos frente a él, causando que un delicioso gemido saliera de los regordetes labios del menor-.  Maldita sea... Son las 2 de la mañana  -gruñó cuando el teléfono había vuelto a sonar inmediatamente después de que la llamada anterior-.

- Debe ser mi amante... Le dije que hoy estaría ocupado  -bromeó el omega, jadeando cuando las grandes manos lo tiraron abajo causando que ambas erecciones se molieran entre ellas-.

- ¿Quieres que te amarre y castigue? Si no quieres eso, te aconsejo cerrar esa exquisita boca  -el omega rió en medio de un jadeo cuando la mano del alfa impactó contra una de sus mejillas-.  ¡Maldita sea!  -gritó cuando el móvil volvió a romper su atmosfera, el mayor alcanzó el aparto que no le pertenecía sin soltar a su novio y contestó con un gruñido cuando vio el nombre de cierto alfa-.  Mas te vale que sea urgente o juro que te mataré, TaeHyung.

= Anzu fue llevada al hospital, entró en labor de parto  -avisó el chico desde el otro lado, haciendo que JungKook quedara con la boca abierta y su mano libre quieta, algo que le avisó al omega que algo ocurría. JiMin le quitó el teléfono y saludó al menor antes de que este le diera la misma noticia que le había dado al pelinegro-.

- Te veo en el hospital en media hora... No olvides nada.

Cortó al tiempo que se levantaba del regazo de su alfa y corría al vestidor por unos jeans y camiseta, se vistió casual pero lo lucía como solo él podía, gruñó enojado cuando el pensamiento obvio de que el momento se había adelantado llegó a él, la beta aún no tenía las semanas más optimas y odió que eso pasara. 

Porque el momento había llegado y necesitaba a un bebé fuerte. 

- ¿Quieres que te acompañe?  -murmuró el alfa desde la entrada del norme closet viendo a su novio ya perfectamente vestido-.

- ¿Quieres acompañarme?  -preguntó, ambos sabiendo que a pesar de que el alfa lo apoyaba, no compartía su pensar y en cierta forma se había comenzado a sentir culpable de lo que él planeaba, de lo que ya había hecho para ser más específicos-.  Si te soy sincero... Probablemente veas una faceta que no te gustará ¿Seguirás amándome luego que veas mi lado más oscuro?

- ¿Amarte?  -murmuró divertido, caminando hasta llegar al guapo omega al cual tomó de las mejillas-.  Cariño... Yo te amaré pase lo que pase y hagas lo que hagas hasta el día que muera ¿Estas realmente seguro de hacer esto? Si lo estas y me prometes que esto no te dañará de alguna forma en el futuro, te acompañaré. Pero lo último que quiero es que esto te afecte en el futuro, nos ha costado tanto superar lo de JungMin, o al menos sobrellevarlo que no quiero que esto te haga retroceder todo lo que hemos avanzado ¿Estas realmente seguro de vengarte así? A veces la mejor venganza es simplemente olvidarse e ignorar a esa persona y ser feliz. 

|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora