제 35 장

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JiMin corría por el departamento al borde de la desesperación.

Faltaba poco para que el alfa llegara y es que lamentablemente para este, desde ese día comenzaría a llegar tarde debido a la cantidad de reuniones que debía tener con cada departamento de la empresa. Cosa que lo tenía estresado y de mal humor por tener menos tiempo con el omega.

Por esto es que JiMin había enviado a su hermana a comprar comida, golosinas y bebestibles que había anotado en una lista mientras él decoraba y trasformaba junto a TaeHyung la sala de su departamento, el cual se había ofrecido a ayudarlo por un par de horas a pesar de solo faltar un día para uno de sus exámenes.

El sofá en conjunto con las mesitas y todo fue corrido hacia los extremos de la habitación, en donde con el alfa colgaron sabanas y visillos de cortina desde la lampara que estaba en medio del cuarto junto a luces blancas.

Entre los dos movieron el colchón del cuarto de invitados y lo metieron debajo de la tienda que habían formado. Casi grita cuando el timbre fue tocado y el pánico de que fuera el alfa pelinegro lo inundó por el segundo que le tomó recordar que JungKook se sabía perfectamente la clave, por lo que corrió a abrirle a su hermana que entraba con bolsas y comenzaba a desempacar para ponerlo en platos, mientras JiMin volvía a correr en busca de las mantas que tenía guardada y había comprado. Sonrió feliz cuando vio como había quedado la improvisada tienda.

- Dejé la champaña en el congelador, que no se te olvide o se va a reventar  -comunicaba feliz la omega mientras tomaba sus cosas junto al alfa que miraba todo-

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- Dejé la champaña en el congelador, que no se te olvide o se va a reventar -comunicaba feliz la omega mientras tomaba sus cosas junto al alfa que miraba todo-. También debes calentar la comida que dejé en el horno, es llegar y encender ¿Ok? El vino y las copas están en la encimera, ahí deciden qué tomar. Y las golosinas están allí. -terminó de comunicar indicando cada cosa-. Pásala bien, pero no tanto que aún no quiero sobrinos de tu parte. -el omega rió y abrazó a su hermana-.

- Los amo, muchas gracias por esto. Juro que les haré un altar.

Se despidió de ambos y corrió al baño una vez la puerta fue cerrada y es que si los cálculos no le fallaban, JungKook llegaría en pocos minutos. Salió del cuarto de baño 5 minutos después de su ducha express para quitarse todo el sudor, sonriendo coqueto cuando en vez de algún pijama, tomó una de las camisas del mayor que a él le quedaban grandes y cubrían hasta la mitad de sus muslos. Con esa única prenda, caminó y apagó cada luz a su paso, haciendo que solo las luces en la improvisada carpa iluminaran el lugar, dando un toque romántico y sensual. JiMin llevó las bandejas con comida hacia el lugar, dejándolos fuera de la tienda pero a la mano para que pudieran comer y estar cómodos.

Se sentó sobre la encimera a un lado de las copas a las cuales había servido vino apenas escuchó como se ingresaba la clave, siendo seguido por el sonido de los zapatos de JungKook estrellándose contra el suelo.

- ¿Minnie? ¡Llegue! -murmuró JungKook, creyendo que la luz de la sala provenía de la televisión, caminó por el pasillo mientras sacaba su saco y frena al ver la nueva decoración del salón-. ¡¿Amor?!

|𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨| 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora