Réquiem

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En días como hoy
la independencia pesa,
días en que el frío hace que me duelan todas las cicatrices,
cuando la presión en el pecho hace presencia para recordarme que no he ganado,
a pesar de todas las mañanas de júbilo.

En días como hoy,
donde el gris del cielo vuelve a ser gris,
y no está teñido del rosa intenso que le diste cuando me permití ver con tus ojos,
donde los días están cargados con los colores de la monotonía y la nostalgia,
del sin regreso
y el frío ha logrado burlar mis barreras para posicionarse en el corazón de cada uno de mis huesos.

Es sólo en días como este en que extraño el cobijo de tus mentiras en que me envolvías,
cuando me susurrabas palabras con la mirada, y yo ponía en ellas aquello que deseaba oír de ti,
mejor que no lo dijeras.

Hoy día extraño la ilusión que hice de ti y con la que cubría mi soledad,
con la que me convencía que era amada y deseada,
con la que cambiaba tus palabras para que encajaran con lo que necesitaba de ti entonces y nunca me pudiste dar,
no tendrías porqué.
Extraño lo que no me inventé, que fue tu presencia, tus besos desenfrenados y los de despedida,
tus caricias en mi espalda las madrugadas y el olor que dejabas impregnado en mi piel al marcharte,
extraño los días en que me abrías tu mundo y yo entraba de a poco y con cautela,
extraño tus palabras nubladas por el alcohol y el bullicio donde presumías lo mucho que me admirabas,
las noches que yo decidía ocultar mi mirada que me delataría en el estado de enamoramiento no recíproco en que te miraba.

En días como hoy te extraño,
y extraño el hecho de esperarte,
retuerso entre los dedos la idea de que no vuelves y fue una fantasía para darle otra vuelta más,
hoy extraño no sentirme sola,
saberme escuchada,
imaginarme querida.

Memorias y asperesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora