A mitad del silencio,
de la oscuridad,
de la locura con sabor a resto,
con los insomnios bordados en tu desventura.Donde yacen los días que he contado,
unas flores marchitas,
tu lado de la cama vacío,
el escalofrío ante un roce tuyo que no llega.Bordeando con un filo suave de esperanza a tu regreso,
donde las palabras que no te he dicho se han quedado a descansar,
atravesando mi garganta que parece solo poder exhalar tu nombre.En el medio de la nada,
donde me has dejado,
con un callar fraccionado,
con pensamientos a borbotones,
con unas ansias mantenidas a raya esperando a tu regreso,
es ahí donde me encuentro.Con la estática bordeandome el cuerpo,
la pesadez cargando los minutos de las horas de los días que sigo sin verte,
asfixiada por contener el aire que me diste en aquel último beso,
y los dedos hormigueantes por querer volver a sentir tu cuello.Dentro de un incendio a llama baja,
conteniendo y esperando,
en esta condena muda a la que me sostengo hasta que vuelvas tú,
donde el silencio se verá tan lejano,
tan ajeno,
tan mío,
porque las miradas cargadas y las manos desesperadas hablan por nosotros.