En este lecho, que asemeja una cama de clavos
y un refugio desolado.Levantándose cuatro paredes, que podrían ser prisión
o protección.Me siento tan pequeña que temo podría desaparecer.
Donde el cielo gris sólo llama a la melancolía.
Y a tu compañía.El agua estancada ya forma una sequía.
Y el reloj marca las horas, sin prisa
con calma,
y cada tic-tac se siente en cuenta regresiva.
Dicta mi sentencia,
y me recuerda que aún estoy viva.Pero el tiempo amenaza,
y me siento atada.Perdida.