¿Qué voy a hacer cuando no estés aquí?
¿Qué voy a hacer si sigues aquí?
Ni contigo.
Ni sin ti.
Porque el café me sabe amargo.
Porque los libros son predecibles.
Porque la tarde se vuelve oscura.
Porque las nubes se vuelven grises.
Si te vas a ir, cielo mío, vete sin mirar atrás, sin dejar huellas, sin mirar tu rastro, vete sin darte cuenta del daño que dejas a tus pies.
Pero si te quedas, quédate. Irradia tu luz sobre todo tu alrededor, cual estrella, cual sol. Seca la humedad que has traído. Regresa la seguridad que habías dejado.
Quédate.
O vete.
Que tu intermitencia lastima.
Que tu intermitencia me mata.