Te sigo encontrando.
Te veo en la constelación que me enseñaste, y entre las estrellas sigo pensando en el brillo de tu interior.
Estás también en mis sueños y como principal para contar algo que acaba de pasar.
Te espero entre las sábanas, deseando que al despertar mi primer visión seas tú durmiendo a mi lado.
O en la cocina, donde espero que me sonrías mientras lavo los platos.
Entre mis lágrimas sin enjuagar esperando un consuelo tuyo que jamás llegará.Con mi tiempo paralizado, estático y frío, sólo anhelo los buenos momentos que me permitan volver atrás, que te permitan volver a mí.
Pero tú tomaste tu decisión, y claramente no entré en ella,
mientras que en mi vida ya no podía ver a nadie más que a ti.
Tal vez aún permanezco en esa ceguera.Quisiera poder decirte que soy feliz por ti, que no importa lo que me duela pensarte lejos, porque tú felicidad se refleja en la mía.
Pero aún quemas, aún apareces junto con un nudo en mi garganta, con una absurda contradicción de la que no puedo decidir si te quiero lejos o cerca.Sé que lo que escriba, lo que llore, lo que sueñe, lo que piense, jamás llegará a ti.
Ya no importa.
Tal vez ya no importo para ti.El momento de pasar página está frente a mí, pero mi decisión flaquea cada que estoy apunto de hacerlo
¿Que tal que regresas?
No lo vas a hacer.
No te hubieras ido.
No me habías dejado.
No te estaría esperando.Entonces, necesito de mí para dejar de encontrarte.
Para dejar de buscarte.
