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Siento la mano de Lauren en mi espalda baja mientras me está empujando hacia la habitación.

-¿Me puedes explicar porque les abriste la puerta?- escucho sus palabras siseadas cerca de mi rostro justo cuando ya había cerrado la puerta.

-Puedes hablar como un ser humano normal, Lauren- gire los ojos y camine hacia la cama -¿Qué culpa tengo yo?- digo mientras mis ojos se aguan –Estaba ¡Sola! Y ¡DESAMPARADA! En esta casa- grito.

-Camila ¡Cállate!- sisea de nuevo.

-Y de paso ¡ME CALLAS!- volví a gritar. Me levante con los brazos cruzados. Lauren me estaba viendo con los ojos entrecerrados –Yo también tenía miedo- sisee lo último entrecerrando los ojos hacia ella.

-Ellos no debían venir- camino de un lado a otro en la habitación.

-Aja ¿Porque?- mire mis uñas mientras aún tenía un brazo cruzado.

-Ya los vistes- comento mientras se cruzaba de brazo y luego apuntaba de nuevo hacia la puerta.

-Bueno entiendo- asentí y me senté en la cama –Me dieron náuseas y termine con la cara metida en el váter y tu mama sobándome la espalda- metí mis rostro entre mis manos con vergüenza.

-¡Oh Dios mío! Bebé ¿Estas bien?- se inclinó hacia mí, se colocó en cuclillas y quito mis manos, lentamente se arrodillo delante de mí y beso mis manos -¿Estas mejor?- volvió a preguntarme.

Acerque mi mano a su rostro y deje un beso en su frente –Si, tu padre trajo agua o té o no sé, pero aquello me tranquilizo un poco- confesé. Ella cerró sus ojos y me dejo un beso en mi mejilla.

La vi caer sentada en el suelo de la habitación, lentamente me levante y me senté encima de ella, cruce mis piernas en su espalda, deje caer un poco mi pecho junto al suyo y enterré mi rostro en su cuello.

-No pensé que te sentirías mal, no debí irme- acariciaba mi espalda y yo le hacía cariños en su nuca.

-Sera que si les digo mi edad se enojen porque nos llevamos casi 25 años de diferencia- comento dejando en evidencia el miedo sobre la edad que nos acompaña y nos acompañara hasta nuestro último día juntas.

-Es que no los invitaría a nuestra boda- se encoge de hombro y saco mi rostro de su cuello y le golpeo el hombro. Ella sonríe en mi dirección y luego de tanto tiempo separadas, yo aquí la exagerada Camila Cabello, uno mis labios en los de ella.

Sus labios encajan tan suave y lento en los míos, mis manos van hacia sus mejillas y la atraigo más hacia mí, no la quiero lejos en ningún instante.

-Mi señora- digo en susurro cuando nuestras frentes están juntas.

-Mi niña- besa mi mejilla.

-Tus padres nos esperan- le digo y ella asiente –Estamos juntas, así que todo estará bien- le comento y dejo un beso en sus labios, me levanto bajo la ayuda de Lauren y tomo su mano.

-¿Esa no es mi camiseta?- me pregunta cuando estamos casi llegando a living en donde están los padres de Lauren aun sentados viendo Batman.

-Sí, lo siento. La dependencia- me lance a sus brazos cuando ya estábamos en el lugar. Lauren me atajo y comenzó a reírse, yo le seguí. Entonces este es el momento en que te das cuenta que los padres de Lauren se están dando cuenta ¡CUAN INMADURA SOY! ¡Diositooo!

-Papá, Mamá- escucho la voz de Lauren –Ya conocen a Camila- no los mira, su mirada está enfocada en la televisión -¿Qué hora es?- me pregunta y asiento en dirección -¡Ahh!- la veo hacer un puchero.

Señora 2da ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora