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Dos meses despúes...


-Me sorprende algunas cosas- digo mientras me siento en el sofá, trato de alzar mis piernas pero no puedo. Lauren llega y me ayuda a subirlos a la mesita y con un cojín.

-¿Qué pasa?- ella se sienta a mi lado mientras me pasa el helado.

-Primero que aún me siga viendo atractiva, que mis ganas de tener sexo estén intactas y que ellos duraran un mes más en la barriga- suelto aquello mientras doy un bocado.

Mi barriga era enorme y sobresalía cada vez más y más. La ropa era ya un reto así que solo comencé a usar solo vestidos, aunque a veces solo uso bragas y una camiseta. No me culpen a veces siento calor entre las piernas y créanme cuando el sudor molesta en los muslos el rosarlos es un infierno, y más cuando te irritas.

Lauren está a mi lado con un pantalón deportivo y una camiseta de color blanco cuello V. Por mi parte solo tengo unas bragas blancas y una camiseta que me cubre a penas la barriga.

-Tengo calor- digo moviendo mi mano y pegando el vaso frio en mi cuello.

-¿Y porque mandaste apagar el aire acondicionado?- me pregunta ella levantándose.

-Porque estaba haciendo mucho frio- me encojo de hombros y ella va dirección a la pared con donde puede controlar eso -¡Ay que rico!- suelto mientras ella se ríe a mi lado.

-¿Te gusta?- me pregunta acariciando la barriga.

-Sí, mucho- cierro mis ojos mientras siento el frio en mi cuerpo.

-¿Cómo cuando meto mi lengua en tu sexo?- hace la pregunta y niego.

-Tu lengua es mágica cielo, mira- apunto a la barriga y ella suelta una carcajada seguida de la mía.

Estamos en nuestro mundo de frio, helado de chocolate, Lauren besando mi mejilla y jugando con mi vientre y viendo televisión cuando tocan la puerta. Lauren ve mis fachas y niego.

-No me voy a mover, tira una sábana sobre mi adolorido cuerpo- dejo el vaso en donde estaba comiendo helado a un costado y ella niega mientras va a ver quién es.

-¿Puedo pasar?- pregunta la mujer y Lauren abre más la puerta -¡Camila!- suelta la madre de Lauren. Sonrió con algo de vergüenza por las fachas, ella se sienta a un costado y me acaricia suavemente la cabeza.

-No te preocupes, recuerdo que yo andaba solamente en bragas- dice con una risita, Lauren hace una mueca de desagrado y lleva el vaso usado a la cocina –No lo entendería- la madre niega y toca mi vientre –Cada día van creciendo más- asiento.

Veo como Lauren se sienta a mi lado y pasa su brazo por mi cuello y deja un beso en mi cabeza. Pasa su mano de nuevo y uno de ellos da una patada, la madre de Lauren se emociona y comienzan hablarle hasta que ella se detiene.

-¡Dios! Se me olvido a que venía- dice con una sonrisa –Los nietos- suelta como si eso fuera excusa.

-¿Entonces?- Lauren hace un ademan con su mano para que prosiga, la mujer se mueve ansiosa.

-Tus hermanos están en camino, quieren conocer de una buena ves a Camila, la mujer que hizo que Lauren sentara cabeza- aplano mis labios aguantándome mi comentario. La madre de Lauren está llevando el vaso que uso a la cocina.

-Sí que sentaste cabeza, y más cuando me sentaba en ella- ella abre sus ojos y mira a la cocina.

-No digas eso delante de mi mamá- susurra.

-A pero bien que me pasaste la lengua en la casa de ella- sus ojos se abren y yo le golpeo el abdomen causando que ella entrecierre sus ojos –Admite que lo harías de nuevo- alzo mi mano izquierda y acaricio su mejilla izquierda con suavidad. Ella alza su mano y enlaza ambas mano desde el dorso para que siga con mi palma dejando suave caricias, la veo cerrar sus ojos y recostar su mejilla en mi cabeza mientras acaricia mi hombro.

-Esto es muy hermoso- dijo casi en un murmuro la madre de ella, sonreímos un poco íntimas, se acercó y deja un beso en nuestras mejillas para ahora irse.

-¿Me ayudas?- le pregunto a mi esposa y me ayuda a bajar las piernas y a levantarme del sofá. La tomo desde los antebrazos y ella de los míos y me paro -¡Dios! Pesan demasiado- llevo una de mis manos a mi espalda baja, me enderezo mejor y ella va detrás de mí ayudándome.

-Ser chiquita no te ayuda- deja un beso en mi cuello.

-Da igual- me encojo de hombros mientras voy poco a poco, me duelen los pies de lo hinchados que están.

-Da igual porque igual te amo- me apoyo en ella mientras seguimos caminando hasta entrar a la habitación.

Me ayuda a sentarme en la cama, me recuesto como puedo ayudándome de la suavidad de un colchón. Me pongo de lado un poco descansado el lateral y ella se acuesta mirándome de frente.

-Lamento que duela tanto- niego mientras acaricio su mejilla, ella acaricia mi vientre mientras se deja acariciar por mí. Se acerca y me toma en un beso suave, sus labios son carnosos y rojitos, me gustan cuando me besan con tanta suavidad que provoca meter la lengua.

La siento separarse y dejar besos por todo el costado de mi mejilla, se acerca lo más que puede hasta que la barriga es lo único que nos separa. Siento como su manos acaricia mis muslos, mis costados hasta llegar a la altura de mis pechos y acariciarlos suavemente por encima de la tela de la camiseta, así vuelve a bajar pero ahora tocando el abdomen y luego cuando llega a la parte baja pasa su mano por mi trasero y lo aprieta un poco sacando un gemido.

-Laur...- murmuro cerca de sus labios. Ella se separa y me recuesto boca arriba con mi rostro hacia ella.

-Lo siento-niego tomando su mano con la mía -¿Quieres ver televisión? .- asiento mientras siento mis parpados pesados, hasta que me duermo.

**


Tres horas después...

-¡LAUREN!- grito mientras golpeo su mejilla. Se levanta de golpe aterrizando de pie en el suelo.

-¿QUÉ PASA MUJER?- pregunta exaltada, entonces es cuando quito la sabana y el charco de agua está manchando la cama -¡Mierda!- murmura.



*Disculpenlos errores*

Señora 2da ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora