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¿Cómo se supone que debo superar esto? Es decir, Lauren me había pedido de mil formas sexuales que fuera de nuevo al médico. Pero cuando estaba en la cúspide del orgasmo, acepte. Claro ya se, la ilusa.

El problema no es problema, el problema es la puta doctora ¡LA DOCTORA! Que se anda sabroseando a mi mujer, cuando mi mujer me ansa sabroseando a mí. Entonces ¿Cómo estamos en esta ecuación? No es que sepa de ecuación, pero bah qué más da.

-Amor- me susurra Lauren en mí oído mientras siento su mano subir un poco por mi pierna.

-Compórtate cuarentona- le tomo la mano para detenerla. Me giro a mirarla y sus ojos entrecerrados están enfocándome ¡Ay Diosito! Esos ojos que me matan y me reviven. Tome su mano y la mete más en mi vestido.

-¿Cómo que cuarentona?- me pregunta mientras su mano si sigue su destino.

-Te pregunte la primera vez si era verdad. No lo parecías pero tu insististe que si- me encogí de hombro recordando mientras sentí como su dedo pasaba por el borde de mis bragas cerca de mi sexo.

-Veras lo que esta cuarentona te hará- muerde mi cuello suavemente ¡Si cuarentona! ¡Jodeme Mami! Ups ¡Señora!

-Buenos futuras madres- aparece la doctora Sandoval mirando unos papeles así que esto le dio chance a Lauren de sacar su deliciosa y suave mano de mis muy mojadas bragas.

-Yo quiero hacer una pregunta ¿Puedo?- alzo la mano, Lauren esta con una sonrisa porque bueno es Lauren mirándome.

-Claro, dígame- ella entrelaza sus manos encima de la mesa, mira a Lauren un momento más de lo que mira a mí y eso me hace hervir la sangre embarazada que tengo.

-¿Es normal querer tener relaciones constantemente?- solté de la nada, los ojos verdes de Lauren se abrieron y sé que estaba a punto de soltar la carcajada –Es que me dan muchas ganas- me cruzo de brazos.

La doctora me mira durante un momento y veo su garganta tragar.

-Vamos doctora no creo que esto sea un mito o un tabú- mi mano se posó en el muslo de Lauren, esta enlazo su mano con la mía. La doctora asintió hacia nosotras.

-El libido sube al igual que el apetito- asiento conforme.

-Ya ves que me debes complacer con mucho sexo- solté de nuevo mirando a Lauren que cerró los ojos y llevo su mano a su sien.

-No creo que usted... usted no la... la pueda complacer- balbuceo la mujer mirando a los papeles.

-No, no me defrauda- me encogí de hombros ¡Camila ha ganado!



-¿Tenías que decir eso?- me pregunta Lauren cuando estamos entrando al auto.

-Nadie se mete conmigo y sale ileso- alzo mis brazos en forma de victoria. Ella sonríe a mi costado y de repente un puchero sale de mis labios cuando pasamos un lugar en específico, mi cuerpo se giró en busca de lo que habíamos dejado atrás.

-¿Qué pasa?- me pregunta estacionándose y mirando hacia atrás.

-Heladería- apunte sin mirarla a ella. Solo estaba mirando a mi destino, la veo arrancar y tomar otra avenida. Miro al frente y dejo que ese antojo se vaya pero ¡Nooo!

Vi que volvimos entrar a la misma calle y mis ojos se iluminan. Se estaciona frente a la heladería y no falta que ella me diga que me baje porque yo ya estoy en el suelo.

Señora 2da ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora