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*Leer el final al final*

Lauren

Estoy caminando de un lado a otro, mis pies están cansados y al mismo tiempo no puedo detenerme. Mi madre viene en camino junto a mi padre y la familia de Camila también. No he podido ver a mis hijos y nadie me ha dicho noticias de mi esposa.

Camila, Camila es la luz de mi puta vida, ella es la única que me hace reír innumerables veces con sus espontáneos comentarios, ella es la que me hace sonreír en cada momento. Sé que la mayoría de las veces soy la maldita desgraciada que se quedó con una chica que posee la mitad de su edad.

Pero ella es mía, tanto como yo soy suya. No concibo mi vida sin ella, sé que tengo la capacidad de poder criar a mis hijos tanto como ella pudiera desear pero aun así, no puedo con esto.

Mi espalda se recuesta a una pared y siento mis parpados pesados por tanto llanto. Me sacaron como un perro de la habitación mientras la mano de mi esposa estaba estirada hacia mí, me obligaron a dejarla sola justamente cuando más me necesitaba.

¿Qué clase de gente es esa? Porque me alejan de mi niña, de mi amor, de mi veinteañera, de mi esposa.

Unos brazos rodean mi cuerpo y sé que es mi madre, el suave olor de ella me inunda y me giro para fundirme en un abrazo suave y largo. Siento los brazos de mi padre y cuando menos lo pienso siento otros brazos rodearme.

Pienso que son Sinuhe y Sofía pero cuando me separo veo a mis hermanos, mis ojos se abren de par en par y ellos tienen esas miradas tristes.

-Hija- el susurro de mi madre no me ayuda en nada para mejorar.

-Me han sacado, se ha complicado, perdió la conciencia y lo único que recuerdo de la doctora es que algo salió muy mal- me tiro a sus brazos sin parecer que soy una mujer ya con 46 años recién cumplidos.

-Todos los partos son diferentes, Lauren- ella acaricia mi espalda con suaves movimientos mientras yo dejo que ella solo está allí.

-Hija, ven- mi padre me toma del brazo y me ayuda a sentarme cuando escucho el sonido agitado que sale del elevador.

Veo a la madre de Camila venir corriendo hacia donde estoy yo, ella ve a todos alrededor pero ellos se quedan en silencio. No habíamos tenido el momento adecuado para presentarlos.

-Lauren- pensé que el sonido de su voz sería mucho más fuerte pero no lo es, ella tiene un dolor en su voz. Sofía está al lado de ella, había crecido tan rapido.

-Solo me han sacado, no me han dicho nada mas- le confieso pero ella mira alrededor.

-No puedes solo quedarte a esperar, es mi hija Lauren. Sé que la amas pero ellas dos son lo único que me queda- sus palabras taladran en mi interior y mucho más cuando sus lágrimas comienzan a bajar –Lo siento solo...- veo como la hermana pequeña de Camila abraza a su madre y se sientan en unas bancas apartadas a las de mi familia.

Yo dejo salir un suspiro y veo a mi familia.

-Solo...- miro hacia mi madre y ella asiente.

-Nosotros nos tenemos y te tenemos, anda con ella- asiento y voy hacia ellas y me siento al lado de Sinuhe.

-Señora Cabello, lamento que todo esto pasara, yo estoy tan dolida como usted, he querido respuestas pero se han negado a dar algo mas allá- elle asiente mientras esta mirando hacia su regazo.

-¿Lograste ver a los niños?- ella me pregunta aun con sus lágrimas cayendo y asiento un poco ausente mientras tomo sus manos.

-Sí, son preciosos. Aun no me dejan mirarlos- ella vuelve a girar el rostro y deja salir un sollozo. Yo la enrollo en un abrazo y nos quedamos así unos minutos hasta que siento como una enfermera aparece.

Señora 2da ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora