Capítulo 19.

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Sam:

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Sam:

Una vez que la vida te enseña a salir de varias situaciones dolorosas aprendes a sobre llevarlo, apesar de lo sucedido con Dylan me mantengo firme ya llore una vez por un hombre que no me dio mi lugar al serme infiel y esta vez no sera la excepción, no miento en el momento que Dylan soltó toda esas palabras me derrumbe pero no fue para siempre. El me lo advirtió y no hice caso ahora está es la consecuencia por dejarlo entrar a mi vida.

Era Domingo por la mañana cuando me dispuse a limpiar la casa y tener tiempo para mi, me disculpe con Rous por irme así de la nada del Hotel me había dicho que cuando tengamos el tiempo necesario lo hablaríamos.

Por la tarde pienso irme al centro comercial a comprarme ropa y a cambiarme el look, es momento de brillar cambiar el hábito de ser la dulce y buena mujer. Eso terminó ahora demostrare de lo que soy capaz, ahora que gano mejor puedo darme mis gustos ya he pagado la renta de mi casa y he hecho las compras del supermercado para todo el mes.

Me dirijo al baño para darme una ducha relajante antes de ir al centro comercial. Escojo de mi armario un short corto de mezclilla, con una blusa de tiras color rosa y mis tenis, llevo mi cabello en una coleta alta hoy me despido de mi larga melena.

Salgo de mi departamento dirigiéndome a mi auto, me adentro en el prendiendo la radio y la música de Adele - set fire to the rain inunda mis oídos.  Conozco la música y una parte de la canción me es inevitable no cantar a todo pulmón.

But there's a side to you, that I never knew, never knew. All the things you'd say they were never true, never true... And the games you'd play, You would always win, always win —canto, mientras acelero tomando la autopista.

La letra de esta canción me hace imaginar a un hombre de ojos azules penetrantes, sacudo la cabeza para eliminar su imagen de mi mente. No sé merece nada.

Llego al centro comercial y entro en varias tiendas de ropas; pantalones, camisas; vestidos y lencerías. Pago con la tarjeta de crédito al terminar mis compras, es la primera vez que cobro en tarjeta antes Félix solo nos pagaba en efectivo dentro de un sobre.

Subo a la segunda planta del centro comercial yendo hacia la boutique, entro dentro del salón y una chica me recibe a gusto.

—Bienvenida, ¿En qué puedo ayudarla? —habla dedicándome una sonrisa.

—Quiero un cambio de look —empiezo —, necesito que mi rostro luzca de una mujer madura y que cuando me vean tengan miedo para hablarme.

—Uy, una mujer ruda —habla, haciendo que yo sonría.

Me sienta enfrente de un tocador con todo sus materiales incluidos, me coloca una capa cubriendo mi anatomía. Me mira atreves del espejo y solo me dice: “confía en mi".

Llevo 2 horas sentada y la peluquera ha hecho un trabajo digno de admirar, el cabello que tenía sobre la cintura ahora lo tengo sobre los hombros. En estos momentos me están haciendo una limpieza facial y otra chica se encarga de mis uñas y pies, en todo momento me han tratado como una reina.

INGENUOS. (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora