Capítulo 31.

34 10 2
                                    

Dylan:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Dylan:

La vida puede llegar hacer tan jodido, pero en momentos te puede sorprender puede llegar a dar un giro de 90 grados y pensar que jamás volvería a sentir esto, Luciana ha sido la persona más especial para mi pero por circunstancias de la vida me la han quitado. Pero ha llegado Sam en tan poco tiempo se ha calado hasta en mis huesos dejando su huella en cada poro de mi piel.

¿Qué si tengo miedo?, lo tengo, miedo de que esto pueda arruinarse, miedo de que me vuelva a pasar como años atrás, miedo de perder y volver a ser el miserable que soy. No debí perder la cordura, debí ser el mismo hijo de puta desde que conocí el abismo de la oscuridad. Pero es tarde perdí en el momento que deje que entrara a mi vida, perdí cuando dejé que su felicidad sea la mía.

-¡Dylan! -escucho que me llaman varias voces.

Quito mi vista del cuadro que estuve mirando mientras me perdía en mis pensamientos, me concentro en la mujer que tengo a lado y en mis padres que están frente a mi.

-El mesero anda preguntando que quieres del menú -habla Sam fijándose en mi.

-Perdona, quiero un spaghetti a la carbonara.

El mesero asiente y se aleja con nuestro pedido, mis padres me miran con recelo y Sam anda inquieta en su asiento.

-¿Que tanto me ven? -pregunto con poca paciencia.

-¿Hijo en que andabas pensando tanto? -pregunta mi padre.

-En el aniversario del sábado-miento.

-¿Ya tienes que ponerte? -me interrumpe mi madre dirigiéndose a Sam.

-No, aún no señora Francesca -dice apenada.

-Ni lo pienses madre -me interpongo -. No hay compras ni nada de eso, ya Valentina esta encargada sobre que van a vestir.

-Pero hijo, no iremos con el cabello desastroso y sin maquillarnos -replica mi madre.

-Ok, ustedes ganan -digo mirando para otro lado.

El mesero se acerca con nuestros pedidos y nos disponemos a cenar, mis padres han llegado ayer y querían tener una cena con Samantha y conmigo para estar al tanto de todo lo que paso en el transcurso del mes, una vez terminada la cena empezamos hablar de cosas triviales hasta que por mi mente pasa una locura.

-Debo decirles algo -llamo la atención de mis padres y de Sam, que están hablando de algunas comidas italianas.

-¿Qué sucede Dylan? -pregunta mi padre.

Sam mira mis manos que van dirigida al suyo tomándola, mis padres se fijan en mi acto y sonríen a la par.

-Sam -hablo y sus ojos azulados me gritan que no entiende lo que pasa -. Aprovechando que están mis padres presentes, quiero anunciar mi relación oficialmente contigo.

INGENUOS. (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora