Capitulo 34 (II)

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Sam:

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Sam:

El lugar toma un silencio cómodo, mientras pienso en todo lo que me ha dicho sin embargo solo espero que esto no termine. Dylan se adentra en el aeropuerto en donde se puede observar el jet esperando por nosotros, bajamos del auto mientras algunos personales ayudan a bajar las maletas y las bolsas con los vestuarios para esta noche. Subimos al jet tomando asiento uno frente al otro, por el parlante podemos escuchar las indicaciones de la azafata.

Las azafatas no traen una botella de champagne por pedido de Dylan en donde brindamos por nosotros y por el éxito que esta teniendo la empresa gracias a los nuevos diseños de Valentina, la prensa se ha tomado la molestia de investigar y delatar a la agencia de Thomas Miller, en donde se descubrió que los diseños no eran suyos sino de que pertenecían a la ADMM.

Luego de cinco horas de viaje llegamos a nuestro destino, un coche nos espera al bajar el jet, se puede apreciar el atardecer y la brisa fresca de New York es la primera vez que piso esta hermosa ciudad.

-Señor Marchetti, Señorita Smith -nos saluda un hombre vestido de negro -. El auto espera por ustedes, es el que los llevara al hotel y al evento.

-Perfecto -menciona Dylan, tomando de mi mano y llevándome en donde se encuentra el auto.

-¿Es otra de tus colecciones? -pregunto al ver el modelo de coche que ha elegido usar.

-No, pero no quería llegar llamando la atención -dice y me rio por su sarcasmo.

El coche es una Bugatti de color negra, puedo notar que es uno de los mas caros en todo el mundo. Me subo al coche y espero a que suban las maletas, Dylan toma el control del volante haciendo rugir el coche y apoderarse de la autopista principal.

-¿Qué modelo es? -pregunto detallando el coche.

-Es un bugatti chiron noire la más cara del mundo -contesta sin ninguna importancia.

-¿Cuánto cuesta? -pregunto.

-¿Acaso te vas a comprar uno o me vas a regalar? -se ríe y hago lo mismo.

-Solo es curiosidad.

-Tiene un costo de 12,5 millones de dólares nada mas -responde sin una pizca de importancia nuevamente.

-¡¿Qué?! -alzo la voz asombrada -. Con ese dinero, tendré una casa enorme y no estaré pagando cada mes un miserable departamento.

Suelta una carcajada y no veo lo gracioso en lo que he dicho. Solo niega con la cabeza aun riéndose sin embargo yo solo me mantengo callada hasta llegar al Hotel.

-Ya deja de actuar así -me dice estacionando el auto frente al hotel -. Tú me preguntaste, yo solo respondí.

-Lo sé, lo que no entiendo es porque te has reído así -me desabrocho el cinturón.

INGENUOS. (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora