Cinco

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—No es necesario Jungkookie.

Jungkook sonrió ante el apodo y se acercó hasta Seokjin para quedar justo frente a él y poder conectar de mejor manera. Estaban dentro de la casa del mayor y habían pasado un par de horas desde que hubiesen llegado. Seokjin había hablado largamente con la policía para luego ir a hacer una denuncia, Jungkook en tanto se había quedado en la casa sacando las fotografías correspondientes para luego limpiar un poco y así quitarle el algo la carga al azabache.

—Sé que no es necesario pero aún así no quiero que te quedes solo, ya que no quieres ir a mi casa creo que sería mejor si yo me quedo contigo. Él puede venir de nuevo.

—Si es inteligente no lo hará —Jin puso sus manos sobre la cintura del menor y sonrió al ver que el cuerpo de Jungkook se acercaba un poco más a él.

—Claramente no es un tipo inteligente si hace este tipo de cosas —Jungkook alzó sus brazos y los pasó por el cuello ajeno —¿no te da miedo?

—Estoy más sorprendido que asustado la verdad, aunque también estoy muy enojado pero no puedo ir y golpearlo. Hasta el momento es solo suposición.

—Lo sé, pero solo es cosa de tiempo para que la policía pueda acceder a las cámaras de seguridad de los vecinos. —Jungkook tomó aire. Todo el espacio que quedaba entre ellos se hizo nada cuando él besó los labios del mayor suavemente.

Seokjin suspiró en la boca ajena mientras sus manos apretaban sobre la ropa de Jungkook haciendo que este se pegara aún más a su pecho. Jin fue entonces empujado suavemente hasta que su trasero golpeó el sofá y Jungkook de inmediato se subió a su regazo sin dejar de besarlo.

El beso se transformó en uno más húmedo y ambos estaban jadeando de un momento a otro mientras sus lenguas se encontraban una y otra vez.

El teléfono de Seokjin vibró en su bolsillo y a regañadientes lo sacó porque sabía que Yoongi y Jimin iban en camino a su casa luego de que Jungkook los hubiese llamando para que supieran que había pasado.

—Tu hermano está llegando.

—¿Que? —Jungkook se bajó del regazo del mayor tratando de ocultar lo excitado que se había puesto luego del intercambio de besos. Bajó su camiseta larga y suspiró molesto por la interrupción. —No les dije que vinieran, solo que te llamaran y esas cosas —el castaño arrugó su ceño y frunció sus labios.

Seokjin caminó hacia la ventana, o lo que quedaba de ella y se ajustó su pantalón, ahora tenía un pedazo de madera delgada que había encontrado en su patio. También había tapado un poco la puerta para que por supuesto no entrara aire.

—No puedo decirles que no vengan, eso seria raro ¿no crees?

—Si, pero…

La puerta fue golpeada y Seokjin apretó los labios cuando escuchó una maldición, seguramente Yoongi se había dado cuenta ya del daño en el frontis de la propiedad.

Se acercó hasta el trozo de madera que aún servía y la abrió. Se encontró con la mirada sorprendida de sus dos amigos. Los invitó a pasar mientras sus latidos aumentaban rápidamente.

Jimin saludó a Jungkook y luego ellos tres lo estaban mirando esperando que hablara, pero Seokjin lo único que podía pensar era que estaba traicionando la confianza de Yoongi. En lo único que su mente estaba era en que había pasado ese día besando y tocando al hermano de su mejor amigo y eso simplemente hizo que se paralizara a un costado de la puerta rota.

—Pobre, debe estar en shock todavía —Jimin dijo desde donde estaba.

—¿Lo denunciante? —Yoongi prácticamente echaba fuego por la boca mientras miraba el daño en las ventanas y puertas. Sin contar lo que había visto en el jardín delantero.

Bajo la mesa ✓< Jinkook > (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora